CON ESTILO

Cinco secretos para evitar que las suculentas se pongan amarillas

Aconsejan controlar el drenaje y la luz que reciben.
viernes, 30 de abril de 2021 · 13:03

Es cierto que las plantas suculentas son fáciles de cuidar tanto en exterior como en interior. Pero también es cierto que si no se le presta atención a ciertos detalles, su vida corre peligro.

Este tipo de plantas requieren muy poco mantenimiento: sus hojas y sus tallos pueden acumular y almacenar agua, lo que les permite vivir en las zonas cálidas de donde son originarias.

Controlar las plagas es otro de los secretos para que se mantengan verdes. 

Sin embargo, no todo es tan sencillo. Hay algunos hábitos o desatenciones que pueden hacer que nuestras crasas se vuelvan amarillas, un síntoma de que algo estamos haciendo algo mal. Una de las chances es que nos estemos excediendo con el riego.

Y es que, debido a sus características naturales, cuando el suelo está demasiado húmedo puede ocasionar que se pudran las raíces y la suculenta no logre absorber de manera adecuada los nutrientes del suelo.

Ante esto, lo que sucede es que la suculenta no puede realizar fotosíntesis, el mecanismo biológico por el cual genera energía y dota a la planta del color verde. En este caso, se sugiere, controlar el suelo y si está muy húmedo dejar de regar por varios días.

El drenaje y el sustrato pueden influir en que las plantas se vuelvan amarillas. 

Otra chance es que el sustrato no sea el adecuado. Si es así, será necesario trasplantarla a otra maceta con la mezcla que suele venderse en viveros para cactus y suculenta o bien hacerla en casa: mezclar dos partes de tierra para macetas, una de perlita y otra de grava o arena gruesa.

Además de eso, será importante controlar el drenaje, es decir que tenga un orificio en la base de la maceta para que no acumule agua. En este caso, antes de colocar la mezcla se recomienda poner alguna piedrita para que no se escape la tierra. Controlar el plato donde colocamos la maceta no esté nunca encharcado porque eso significará que la planta tiene un enorme exceso de líquido que la puede dañar.

Si apelando a todos estos recaudos, la suculenta mantiene su color amarillo posiblemente se deba a un problema vinculado al exceso de luz, y habrá que moverla a otro sitio de la casa donde tenga un poco más de sombra e ir controlando cómo evoluciona.

Por último, no subestimar a las plagas. Una de las más agresivas son las cochinillas que suelen dejar una cubierta de algodón sobre las plantas. Para ello se deberá rociar con un jabón insecticida o bien con agua jabonosa (una mezcla de agua y jabón en pan).

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