Suculentas: cuáles son los consejos para que crezcan y decoren nuestra cocina

Pueden estar sobre los estantes, compartiendo los días con cacerolas y sartenes junto a otras plantas que brindan aromas y especias, como pueden ser el romero o el orégano. Y es que las suculentas son inmensamente versátiles; tanto que, si las cuidamos y respetamos su desarrollo, pueden ir muy bien en cualquiera de los ambientes de la casa.

En lo que se refiere a la cocina, los expertos en jardinería y decoración suelen recomendar las crasas porque son fáciles de mantener, sumamente decorativas y además pueden desarrollarse en un ambiente húmedo, como el lugar donde cocinamos.

En general recomiendan que las suculentas sean de pequeño tamaño y estén en macetas con buen drenaje y un sustrato acorde, para que no se produzca encharcamiento.

El color verde, morado o rosa de estas plantas brindan además un toque especial porque suma tonalidades a nuestra cocina. Pero además, estas especies cuentan con otras tantas propiedades que las vuelven indicadas para tener allí.

Por lo pronto, purifican el aire: esto significa que colocar suculentas en la cocina ayudará a eliminar tóxicos que hay en el humo, grasa y otros tantos productos que sirven para limpiar. Además, generan oxígeno.

Son tan vistosas que no es necesario llenar nuestra cocina de demasiadas plantas. Lo ideal es tener algunas en pequeñas macetas o jardineras para cactus ubicadas estratégicamente. Esto es un dato fundamental: nunca se deberán colocar cerca del horno o las hornallas, ya que las altas temperaturas las dañarían.

Por sobre todas las cosas, es necesario ubicarlas cerca de las ventanas donde puedan recibir buena luminosidad pero nunca la luz directa del sol.

Fáciles de cuidar

Son tan fáciles de mantener que solo se requiere estar atento al color y al sustrato para saber cuándo es el momento oportuno para regalarlas. Lo que sugieren los expertos es que se haga con una cucharita o con un vaso.

Aquellos que lo hacen con una regadera o con el agua directamente de la canilla corren el riesgo de excederse. Si hay un enemigo acérrimo para las suculentas es el encharcamiento, por eso hay que tratar de evitarlo.