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Secretos para que las suculentas crezcan sanas en el balcón

Con buenos cuidados, llegarán insectos benefactores.
domingo, 16 de mayo de 2021 · 13:43

Se suele empezar con una o dos. Luego, son tan fáciles de cuidar y de propagar que se convierten, rápidamente, en un gran jardín. Así son las suculentas, una de las plantas más leales y versátiles para tener en un balcón.

Son muchos los que suelen coleccionar este tipo de crasas, se inician con plantas compradas y, de a poco, van creciendo en cantidad, ya que además suelen canjear gajos y variedades con otros coleccionistas.

Las variedades son infinitas y de fácil propagación. 

Y es que los fanáticos de las suculentas, especialmente de los cactus, muestran una proverbial devoción por sus plantas, ya que puede reunir gran cantidad en un balcón pequeño al que cuidan con esmero.

Pero, sobre todo si se vive en Buenos Aires, donde se da un ambiente extremadamente húmedo, la clave está en el sustrato como la forma ideal de que se adapten. Esto es fundamental porque las suculentas provienen, en su mayoría, de climas áridos y secos.

Otro punto a tener en cuenta es que, cuando se den varios días de lluvia, como suele pasar en el otoño en esta ciudad, será necesario ponerlas bajo techo o cubrir nuestras suculentas con un toldo para evitar el encharcamiento.

También los cactus requieren de pocos químicos y buen sustrato. 

Los más fanáticos de estas plantas consideran, como pueden sobrevivir ante un clima tan húmedo como es el porteño, se genera una mayor empatía con las suculentas porque, de este modo, muestran su carácter superador frente a las dificultades.

 

Una propuesta diferente de propagación

Algunos que gozan de más tiempo y disponibilidad de espacio suelen generar nuevas plantas a través de lo que, generalmente, se llama incubadora. La búsqueda es lograr que las plantas se polinicen y, de este modo, se propaguen. En un ambiente natural, esto se da espontáneamente. En cambio, en caso de tener las suculentas en casa y en un balcón, hay que ayudar a que suceda.

Para ello, por lo pronto, se deberán evitar todo tipo de productos químicos. Esto generará la llegada de aquellos insectos benefactores como son las abejas, los abejorros, las vaquitas de San Antonio y las lagartijas.

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