CON ESTILO
Con las manos en la tierra: secretos para aprender a reproducir las suculentas
Pocas herramientas y muchas delicadeza para tratarlas.Las suculentas son plantas versátiles, de fácil desarrollo y muy sencillas para el que se inicia en la jardinería, porque pueden reproducirse sin demasiados inconvenientes.
La mayoría de ellas provienen de lugares de zonas cálidas, por lo que son muy resistentes a la sequía y las altas temperaturas. Pero además cuentan con una areola: tal es el nombre que recibe la estructura de donde nacen sus vástagos, espinas y flores.

Propagar este tipo de plantas crasas no lleva mucho trabajo y es posible tener una gran cantidad a partir de unas pocas plantas madre gracias a esa facultad que tienen para reproducirse.
En caso de querer convertir una maceta con suculentas en un amplio jardín, cada hoja deberá arrancarse o cortarse con mucho cuidado, para que no pueda quedar ningún resto en la planta madre. Se recomienda usar guantes gruesos en aquellos casos en los que tengan espinas, para no dañarse las manos.
Posteriormente se las deberá plantar superficialmente, sin enterrarlas en profundidad, de tal forma que quede un mayor porcentaje de la hoja fuera de la tierra que enterrada.

Hay otros métodos para reproducir las suculentas que es a través de la técnica de los hijuelos, que se dan sobre todo en algunas variedades y especialmente en los cactus, que los generan de forma natural alrededor de la planta madre.
Lo primero a tener en cuenta en caso de seguir esta técnica es separar cada uno de los hijuelos solo cuando cuenten con raíces de unos centímetros de extensión. Cuando eso suceda, cortar delicadamente al hijuelo para separarlo de su madre. Algunas veces puede hacerse con las manos, ya que se desprende con facilidad.
En este caso, deberá dejarse secar y luego plantarlo en tierra, cubriendo la base y sus raíces con tierra porosa. También pueden reproducirse por gajos