Guido Kaczka
No tiene perdón: Guido Kaczka expuso en vivo a una importante figura y terminó en llanto
La invitada a "Bienvenidos a Bordo" no esperaba vivir esta situación.Guido Kaczka es una de las personalidades más queridas por la audiencia gracias a su picardía frente a las cámaras de "Bienvenidos a Bordo". Sin embargo, en las últimas emisiones el programa que tenía como objetivo entretener, pasó a ser un formato con puras lágrimas. Al menos así ocurrió ayer, con la participación especial de Tamara Bella.
Antes de dar comienzo al juego, el famoso conductor le dio una sorpresa: una carta de parte de su hija Renata la estaba esperando y ella decidió leerla ante la audiencia. "Querida mami: sé que no fue fácil criar a una bebé sola a los 19 años, pero vos fuiste fuerte y lo lograste. Quiero agradecerte por todo lo que haces por mí".
Gracias por darme tu apoyo siempre y tu amor infinito. Muchos no conocerán la suerte que es crecer con una madre que te ama, respeta y cree en vos por encima de las cosas.
Fuente: (El Trece)
"Te amo con todo lo que soy hasta el infinito y más allá. Sigamos luchando para que nuestro sueño se cumpla, ese por el que tanto trabajás: comprarnos nuestra casita", finalizó la carta de Tamara Bella y rompió en llanto. Cabe mencionar que, antes de hacerlo, declaró que era muy dura para quebrarse, por lo que su reacción tomó por sorpresa al locutor de radio La 100 FM.
Lejos de contenerla, Guido Kaczka se mostró un tanto perplejo: "Uh, bueno. Al final eras dura para llorar, pero mirá cómo estás". Sin lugar a dudas, nadie esperaba esta reacción de su parte, aunque fue positiva, ya que las risas cortaron la tensión al aire de "Bienvenidos a Bordo".
Las lágrimas también lo persiguen en su vida personal: qué ocurrió con su hija
Al aire de su programa radial "No Está Todo Dicho", Guido Kaczka compartió con los oyentes una anécdota de la cual se arrepiente hasta el día de hoy. Al notar a su hija fanatizada con la película "Frozen" de Disney, le pareció muy buena idea decirle que tenía a uno de los personajes en el congelador y que se lo iba a comer.
Como que me iba a tomar el helado de Olaf. Le hice el chiste y se quedó callada y me miró un segundo y empezó a llorar.
Al notar su reacción, el productor de El Trece intentó calmar a la niña que se impresionó por la imagen de su padre frente a la heladera. "Son esos momentos que vos decís '¿por qué le hice ese chiste?'. Por Dios, qué peloncho", exclamó mientras se sujetaba su cabeza.