Consejos para que los cactus mantengan su reserva natural de agua y no se dañen

Los cactus han llegado a convertirse en una de las plantas más requeridas en los hogares de todas partes del mundo. Son plantas con magia tanto que esas “pequeñas masas puras de espinas estrelladas” lograron inspirar al poeta Pablo Neruda que así los nombró en su obra "Odas Elementales".

Lo cierto es que estas plantas pertenecientes a la familia de las cactáceas, se caracterizan porque acumulan agua en los tejidos. Esto les permite sobrellevar los duros climas de su región de origen y sostener su estructura de hojas dentadas.

Los cactus no poseen esas formas por casualidad. Los tallos en forma de aguijón tiene una función, lo mismo que esa savia que pueden segregar con un cometido de supervivencia: impedir que algún insecto se aproveche del líquido.

Es imprescindible para un buen desarrollo de nuestros cactus mantener un buen riego. Eso quiere decir que debe mojarse todo el volumen del suelo y siempre esperar que la tierra se seque bien entre cada riego. En invierno, los cactus me mantienen en reposo, por lo que no se aconseja echarles agua en caso de temperaturas  inferiores a 10 °C.

Los cactus con pelitos o espinas fuertes son aquellos que sí pueden tolerar la luz directa del sol. En cambio aquellas variedades con pocas espinas  requieren de cierta sombra y ventilación. Nunca deberá existir al mismo tiempo frío y humedad en el suelo porque eso sería fatal.

Puntapié inicial para el avance científico

Científicos del instituto Caltech se inspiraron en la forma de vida y de superviviencia de los cactus para crear pequeñas estructuras espinosas para recolectar agua potable del aire tanto de día como de noche.

Asi lo informaron recientemente en un artículo publicado en la revista Nature Communications, donde explican que crearon una membrana con secciones puntiagudas de hidrogel de microarquitectura que puede producir agua a través de la generación de vapor y de la recolección de niebla.

Los investigadores hicieron constar que la escasez de agua es un problema enorme que la humanidad deberá superar a medida que la población mundial siga creciendo. “El agua cubre las tres cuartas partes del mundo, pero solo alrededor de la mitad del uno por ciento es agua dulce disponible”.