Cómo cuidar una planta de aloe vera en el interior y exterior de la casa

Las plantas de aloe vera se convirtieron en una de las especies más prácticas y atractivas para incorporar en el hogar. Además de bridar una gran cantidad de propiedades beneficiosas para los seres humanos, tiene la particularidad de poder cultivarse tanto en interiores como exteriores.

Aunque la suculenta más conocida alrededor del mundo puede tolerar cuidadores olvidadizos y jardineros principiantes, esto no quiere decir que no requiera un mantenimiento básico para prosperar en cualquier ambiente de la casa.

A lo largo de los años, esta crasa se ganó el cariño de muchos fanáticos por su resistencia y tolerancia al riego infrecuente. Para mantenerla feliz, los expertos en botánica recomiendan colocarla en una maceta de terracota con tierra bien drenada. Se puede mezclar partes iguales de arena y tierra. A diferencia del vidrio o el plástico, este material permitirá que se seque más rápido y retenga la humedad.

Si el peso del contenedor hace que se vuelque, lo mejor será trasladarla a un recipiente más amplio. Es importante tener en cuenta que prospera en condiciones agradables. Esto quiere decir que disfrutan estar en un lugar luminoso y cálido; de lo contrario, se mantendrán inactivas y dejarán de crecer. 

Fuente: (VERDECORA) 

Dado que el aloe vera es una especie del desierto, es importante evitar que la tierra se mantenga húmeda, ya que provocará que las raíces se pudran. Las hojas marchitas o marrones también indicarán que exageraste con la cantidad de agua. 

Aunque durante la temporada de verano, muchas personas prefieren trasladar su planta al aire libre. Los jardineros profesionales aconsejan no exponerla de inmediato a la luz solar directa, ya que puede quemarla. Lo mejor será empezar un proceso gradual para acostumbrarla a permanecer en un espacio más brillante y, sobre todo, para evitar hacerle un daño innecesario.