CON ESTILO
Los tips de Damián Betular para lograr una torta Rogel perfecta
Cuidar las proporciones y no escatimar con el relleno de dulce de leche.Es una de las propuestas dulces más frecuentes en las mesas y una de las más requeridas. Sin embargo, la torta Rogel tiene sus secretos y el chef pastelero Damián Betular los compartió con los integrantes del certamen de cocina “MasterChef Celebrity”.
Por lo pronto, para elaborar la torta Rogel al estilo del pastelero del Palacio Duhau se necesitarán, para la masa, un vaso de agua, 150 gramos de manteca, 12 yemas, 2 huevos y harina, cantidad necesaria. Por su parte, para elaborar el merengue italiano, una taza de claras de huevo y 2 vasos de azúcar.

Para iniciar el trabajo de elaboración, según cuenta Betular, habrá que derretir la manteca con el agua. Mientras tanto, mezclar en la batidora con gancho las yemas, los huevos y la pizca de sal; agregar el agua y la manteca. Ir incorporando lentamente la harina hasta que se forma una masa.
Hacer pequeños bollitos, estirarlos y colocarlos sobre una placa y pinchados con un tenedor. Llevarlos a horno precalentado y fuerte por unos 10 minutos. Para el merengue, hacer un almíbar con el azúcar y cocinar hasta que se obtenga punto bolita blanda. Incorporar en forma de hilo sobre las claras batidas.
Secretos para lograr la versión más perfecta
Betular aconsejó que debe tener por lo menos 7 capas, que deben estar finas, pero nunca como láminas. Respecto a la cocción, no debe estar cruda, pero tampoco debe pasarse de tostada. Sobre el relleno, un dato elemental es que no se escatime con el dulce de leche y quede bien colmado.

Y acerca del merengue debe estar en su punto. Betular indicó en una emisión del programa que el merengue debe sentirse como “terciopelo” en la boca, y no como “espuma de carnaval”.
Aunque es un postre que tiene cierta rusticidad, lo importante es que quede prolijo el armado. Si se le quiere agregar algún otro ingrediente pueden ser coco, nueces, chocolate o frutos rojos, pero siempre sobre el merengue y escurridos, en el caso de las frutas, para que no ablanden la masa con el jugo.