Cerca del mar, con jardín florido y estudio propio: así es la casa de Diego Torres en Miami

Fue uno de los primeros en salir a mostrar su solidaridad con Nico Vázquez y Gimena Accardi ante la tragedia del derrumbe del edificio donde estaban alojados en Miami. Y es que allí, en esa ciudad de Estados Unidos, es donde Diego Torres vive desde hace tiempo, junto a su mujer, Débora Bello, y su hija Nina.

Habitualmente, en épocas anteriores al coronavirus, el hijo de Lolita Torres solía pasar parte del año en Estados Unidos y el resto en Argentina. Estos últimos años, ante el avance de la pandemia, decidieron quedarse en Miami.

Allí, en su casa cercana a la playa y al mar, Diego Torres aprovechó para disfrutar de más tiempo en familia, ya que allí tiene un estudio de grabación.  Además, fue desde su hogar donde lanzó una versión de “Color Esperanza” con un fin altruista: recaudar fondos a favor de la lucha contra el coronavirus junto a otros artistas como Thalía y Carlos Vives.

Fiel devoto a las costumbres argentinas, es posible verlo en las imágenes que postea en sus redes sociales con un termo y mate en mano, lo mismo que su hija, que heredó ese hábito.

Disfruto de estar en mi casa, puedo estar una semana sin salir, sobre todo cuando estoy en el estudio haciendo música.

La casa tiene un parque con hortensias y palmeras donde, en los días de calor, aprovecha a disfrutar con su familia. En la casa, de colores blancos y cocina amplia, también incluyó un estudio y una habitación especialmente acondicionada con luces para hacer las transmisiones por zoom.

La ayuda de los afectos

Mucho se habló en estos días del milagro que fue que Nico Vázquez y Gimena Accardi lograran sobrevivir al derrumbe del edificio Champlain Towers, ubicado en la zona de Surfside.  Algunos más devotos, llegaron a mencionar que tanto el hermano de Nico como el papá de Gimena, ya fallecidos, los estaban cuidando desde donde están.

Diego Torres cree también en este tipo de ayuda. Y lo corroboró al mencionar que el lanzamiento de su último disco coincidió con el cumpleaños de su mamá quien, este marzo, hubiera cumplido 90 años.

La vieja no deja de seguir moviendo las fichas desde arriba.