Cinco consejos para evitar que se pudran nuestras suculentas

Más allá de los consejos que se dan habitualmente para que nuestras suculentas crezcan en óptimas condiciones, hay momentos en que la planta ya llegó a un punto en que los malos cuidados o el exceso de agua la tienen al borde de la muerte.

Aunque muchos consideran que cuidar a las crasas es tarea fácil, no es tan así. El riego adecuado es uno de los puntos fundamentales, como así también el sustrato en el que se encuentran y el recipiente en el que se alojan.

Pero, si la planta ya está podrida, mostrará señales de que necesita ser curada. En ese caso, eso se verá a simple vista con manchas de color negro o marrón oscuro, sobre todo en la parte de la planta que está más cerca de la tierra.

Para ello, se necesitarán algunas herramientas como un cuchillo afilado o tijeras, alcohol, sustrato y carbón. Como primer paso, se deberá retirar la suculenta de la maceta. A este recipiente se lo vaciará y se lo limpiará con alcohol para evitar que se generen hongos. Luego, desinfectaremos con alcohol las tijeras y localizaremos las zonas amarillentas, que cortaremos con sumo cuidado.

Por otra parte, se retirarán las hojas que estén flojas. Si están en buenas condiciones y no tienen manchas, no hay que descartarlas porque pueden usarse para reproducirse.

Paso por paso

Se debe continuar con la tarea de inspeccionar el tallo, tanto si tiene manchas como si tiene alguna parte más blanda que denote que está podrida. Para tener una idea, un tallo sano debe ser verde y las partes dañadas suelen ser de color marrón.

En los lugares donde se realizaron cortes, se deberá colocar azufre o canela en polvo, ya que ambos productos ayudan a que las heridas de nuestras suculentas cicatricen. La suculenta que hayamos tratado a través de este proceso debe quedar fuera del sustrato durante unos dos días.

Una vez verificado el estado de la raíz, tendremos que agregar carbón en el sustrato, plantar la suculenta y no regar por unos cuatro días.