Cinco trucos para cambiar el color de las suculentas de nuestro jardín

Algunos pensarán que se debe utilizar algún contenido mágico o alguna sustancia especial. Sin embargo, la chance de cambiarle el color de nuestras suculentas apenas requiere un poco de cuidado y de prestarles atención.

Es así que estas crasas son las reinas de la jardinería y de la decoración de interiores en la actualidad, ya que son muy fáciles de mantener y además pueden modificar su tonalidad con algunos trucos.

Existen más de siete mil especies de suculentas y cada una tiene su particularidad, pero a pesar de sus características propias es factible poder cambiarles el color con técnicas que no son para nada nocivas.

Para ello es necesario conocer que las plantas se rigen por el proceso de fotosíntesis: absorben agua y dióxido de carbono y lo convierten en glucosa y oxígeno. Y, durante la fotosíntesis trabajan cada uno de los pigmentos que le dan color a la planta. Entre los pigmentos más conocidas se encuentran la clorofila (verde), el carotenoide (que brinda los colores amarillo o naranja) y la antocianina (que vira a los rojos, morados y azules).

Si las suculentas se encuentran en alguna zona de sombra o con escasa luminosidad, es probable que mantengan un color verde. Sin embargo, si  las suculentas están bajo el sol, es probable que sean las antocianinas las que predominan y brinden tonos rojos, morados o azules.

Un poco de estrés

Aunque puede sonar un poco raro, la forma de lograr que las suculentas cambien de color es estresándolas. Y esto significa que será necesario recrear el ámbito en que se originaron y observarlas para ver cómo reacciona ante situaciones adversas.

Uno de los trucos más importantes es reducir la frecuencia del riego aunque, en el momento en que se le agrega agua, debe ser sobre el sustrato y de forma lo suficientemente abundante para que drene por los orificios de la maceta.

Otra chance es darle más tiempo a la planta ante la luz del sol y evitar el fertilizante para que puedan volver a su color natural.