Colores atractivos en el jardín: secretos para cultivar la hemorocallis o lirio de San Juan

Va en cualquier tipo de terreno y clima y es tan versátil  que se adapta a todo tipo de hábitat. Se trata de la hemerocallis o también conocida como lirio de San Juan o azucena turca.

Esta pequeña planta herbácea es poco exigente en lo que se refiere a clima y suelo, por lo que los profesionales de la jardinería la recomiendan por ser resistente y de cuidados sencillos.

La hemerocallis es una planta rizomatosa, aunque muchos creen que crece a partir de un bulbo. Lo cierto es que durante el invierno solo quedan las raíces bajo tierra y se prepara para desplegar todos sus encantos cuando llega la primavera. Esta variedad necesita algo de riego y un cuidado austero.

Uno de los puntos que destaca de esta planta es que cuenta con flores bellas y de gran tamaño aunque solo duran un día: nacen a la mañana y se marchitan a la noche. Más allá de esto, tiene un período de floración extenso que va desde inicios de la primavera hasta finales del verano.

También se la conoce como lirio de San Juan porque sus flores tienen forma de trompeta como esta otra especie. Suelen tener flores anaranjadas, aunque se pueden encontrar ejemplares con flores amarillas o rosas.

Entre las más conocidas se destacan la hemerocallis thunbergii, con flores muy aromáticas de  color amarillo; la hemerocallis Stella d’Oro con muchas flores pequeñas, o la hemerocallis flava, que llama la atención por las flores de gran tamaño de color ocre.

En el jardín, a pleno sol

Para conseguir que las flores luzcan mejor, los expertos aconsejan  plantar la hemerocallis a pleno sol o con una ligera sombra. También se pueden usar para destacar senderos  o en macetas.

Otra de las recomendaciones es que para trabajar con esta planta será imprescindible chequear que el suelo esté aireado y tenga suficiente cantidad de nutrientes, aunque también se le puede adicionar materia orgánica.