HACE 33 AÑOS

Tras una vida destinada a hacer reír, Alberto Olmedo tuvo un trágico y absurdo final

Ese verano, la ciudad de Mar del Plata se mostró de luto por varios hechos fatales.
jueves, 12 de agosto de 2021 · 14:06

Todo argentino que tenga edad suficiente, recordará aquel trágico verano en que el querido Alberto Olmedo, recién reconciliado con Nancy Herrera, moría al caer desde un balcón de un edificio de la ciudad de Mar del Plata.

Las crónicas de la época reflejan que ese 5 de marzo de 1988 fue un día nublado sin sol en la localidad balnearia. Fue a las 7.45 horas de aquel sábado cuando se supo que el gran capocómico caía al vacío desde el balcón del piso 11 del edificio Maral 39. 

Inolvidable: instó a los chicos a no dejar de tomar la leche en la merienda. 

Según trascendió, Olmedo, que tenía en ese momento 54 años, había recibido la noticia de que sería padre nuevamente y se encontraba en uno de los mejores momentos de su vida. El vínculo con Nancy Herrera tenía ya ocho años aunque habían tenido varias idas y vueltas. Y en ese verano en que fallecería el actor, ella le contaba feliz que estaba embarazada.

La pareja había superado una crisis un año antes cuando se supo que Nancy tenía un romance nada más y nada menos que con Cacho Fontana, íntimo amigo del Negro y además uno de los conductores más famosos del país.

Su personaje de Chiquito Reyes fue uno de los más famosos.  

La noche anterior al día trágico, Olmedo cenó con amigos al salir del teatro y se fue al terminar la cena porque en el departamento que había alquilado lo esperaba Nancy.

Las horas siguientes estuvieron cargadas de felicidad y pasión aunque también hubo alcohol y excesos. Olmedo salió al balcón, se sentó en el borde con el torso desnudo y con las piernas hacia afuera. Según los vecinos del piso 12 así se inició la tragedia.

Me caigo, mamita, ¡me caigo! ¡Agarrame la pierna! ¡Agarrame la pierna!

 

Presente también en la infancia

Olmedo fue uno de los referentes de la infancia de varias generaciones. Con su personaje de El Capitán Piluso inició un vínculo estrecho con los argentinos. Fue estrella con su ciclo “No toca botón”, donde inauguró los “chivos” o propagandas en el medio de los sketch y que fue el origen de personajes emblemáticos como Chiquito Reyes, el Manosanta, Álvarez y Borges y el Psicoanalista.

En 1988 llenaba el teatro El Tronador, en Mar del Plata, con la obra “Éramos tan pobres” y se estrenaría su última película “Atracción peculiar”, dirigida por Enrique Carreras. Murió dos días después de finalizar la filmación.

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