Conocé la mansión que fue testigo del amor entre Brad Pitt y Jennifer Aniston

Como todo el mundo sabe, Brad Pitt y Jennifer Aniston se casaron en el año 2000. Desde ese momento, la pareja más famosa de Hollywood empezó su búsqueda y un año después consiguieron su nidito de amor: una vivienda ubicada en pleno barrio de Beverly Hills (Los Ángeles) por la cual, según informó el diario The Wall Street Journal, los actores pagaron unos 11 millones de euros. Sin embargo, veinte años más tarde, la propiedad se encuentra valuada en 28 millones y fue adquirida por alguien que no quiso revelar su identidad.

La mansión que perteneció al actor y su expareja se construyó en 1934 y cuenta con cinco habitaciones y doce baños. Sumado a esto, la propiedad está llena de lujos, como el piso de mármol en la cocina y una suite central que se caracteriza por sus techos con bóvedas. Asimismo, la vivienda tiene una sala de cine equipada con un proyector propio para mayor comodidad. También cuenta con un gimnasio lleno de aparatos y en el comedor central una gran chimenea para las noches de frío. Además, se supo que la casa mide unos 1.100 metros cuadrados y tiene una propiedad aparte para recibir algunos invitados.

Quien diseñó la mansión donde vivieron sus mejores años Brad y Jennifer se llama Wallace, un reconocido arquitecto que tiene su propio estilo “California”. Cabe remarcar que, a pesar de que pasaron 14 años de la separación de Jennifer Aniston y Brad Pitt, los famosos tienen una relación muy amistosa en honor a los buenos tiempos vividos.

Rumores de una reconciliación

La pareja de Brad Pitt y Jennifer Aniston empezaron su relación allá por el año 1998. Fue uno de los noviazgos más seguidos por los medios de comunicación y, cuando se separaron, ocuparon por un largo tiempo la portada de todos los diarios y revistas.

Sin embargo, ambos transitaron distintos caminos hasta que, hace unos meses atrás, la actriz se separó al mismo tiempo que lo hizo el galán de Hollywood. Desde entonces, los rumores de una posible reconciliación no dejaron de circular. Sin embargo, Jennifer fue muy clara con lo que siente: “Brad y yo somos amigos”, asimismo, agregó: "El matrimonio no está en mi radar, estoy más centrada en encontrar una pareja fantástica y simplemente vivir una vida agradable y divertirnos el uno con el otro".