CON ESTILO
Sorprendente: Barby Franco disfruta de una piscina con olas en la mansión de Fernando Burlando
El abogado es un aficionado a la natación y, con su pareja, se dan todos los gustos.Aunque ya no está en “La Academia”, Barby Franco encontró una excelente actividad para mantenerse en forma. Y es que, tras confesar que hará ejercicios de musculación, prevé iniciar una rutina de natación.
Lo llamativo fue que, gracias al aporte que brindaron la panelistas de "Los Ángeles de la mañana", se supo que la amiga de Pampita podrá hacer su nueva actividad física en la particular piscina que tienen en la casa que comparte con Fernando Burlando en Barrio Parque.

Jurame que tenés olas en tu casa
Ante esa apreciación de Yanina Latorre, Barby se mostró muy natural al contestar que sí, que efectivamente tienen una piscina donde se puede realizar “nado contracorriente”. A lo que la más veterana panelista del programa de Ángel añadió: “si quiero olas me voy al mar”.
La sofisticada piscina es un lujo que se dio el abogado de las celebridades y amante de la natación, que permite, con el solo hecho de apretar un botón, tener olas.

Lujos y más lujos
Aunque tuvieron varias idas y vueltas, Barby Franco y Fernando Burlando hoy están nuevamente juntos, Y aunque la joven aclara que nada es de ella (sino todo de él), suele disfrutar de las comodidades de las propiedades que tiene el abogado.
Al inicio de la cuarentena, la pareja estuvo en una chacra de campo, ubicada en la localidad de Azul, a 200 kilómetros de Buenos Aires (propiedad del polémico letrado). Desde hace un tiempo, ambos están en la impactante casona de barrio Parque, cerca de la residencia de Marcela Tinayre.
La mayoría de los ambientes están decorados en tonos blanco y negro, y el espacioso living cuenta con sillones y ventanales, lo que lo convierte en ideal para la lectura. Entre las excentricidades que tiene la vivienda, destaca que posee su propio ascensor. El dormitorio no se queda atrás en materia de lujo ya que tiene jacuzzi, microondas y frigobar, como así tmabién un vestidor de gran tamaño para las prendas de ambos.
Pero además de la piscina con olas, el lujoso hogar de la pareja tiene un espacio que asemeja un boliche, con barra de tragos, el equipamiento necesario y una capacidad para 50 personas. Habrá que esperar que pase la pandemia y se levanten las restricciones.