EN CANAL 9
"Atrévase a soñar": el programa que quedó en el recuerdo y catapultó a Berugo Carámbula
Del ciclo quedaron frases memorables como "Alcoyana, Alcoyana", para mostrar coincidencia.Mucho antes de que llegaran las redes e internet, hubo un programa que se emitía en los antiguos estudios de Canal 9, en la calle Gelly 3378, que era imbatible en las tardes de la televisión argentina de la mano de Berugo Carámbula que se llamó "Atrévase a soñar".
Por este programa de entretenimientos, fueron muchos los que, para demostrar coincidencia, aún hoy usan la frase “Alcoyana-Alcoyana” que mencionaba el conductor o llaman a la aspiradora “marciano chupatierra”.

Por aquel entonces, el uruguayo Berugo, quien había pasado por los exitazos de “Hiperhumor”, se ponía sobre los hombros un ciclo en el que interactuaba con los participantes y lograba cumplir algunos deseos.
Los sueños, sueños son pero aquí se hacen realidad.
Lo cierto es que el programa contaba con el auspicio de importantes marcas como Ultracomb, Capri, Yelmo, Veritas, Covre, La Morenita y Alcoyana, que se visualizaban en el juego en el que los participantes tenían que elegir los distintos huecos para que coincidieron las marcas.

El exitazo que llevó adelante Berugo fue parejo a otra nave insignia de la televisión como “Seis para triunfar”, ciclo conducido nada menos que por el carismático Héctor Larrea. Y logró unos números en el rating ahora impensados: entre ambos programas sumaban 61 puntos.
Sueños que no tienen que ser millonarios
Lo más atractivo de aquel programa consistía tal vez en que los premios no eran exorbitantes, sino que se limitaban a pequeños gustos de las amas de casa que gustaban de cenar en uno de los más famosos carritos de la Costanera de ese entonces, como “Negro el 11” o llevarse una joya enchapada.
Gana un juego de platos para seis personas y cuatro paquetes de fideos laminados.
Años más tarde, uno de los productores de aquel fenómeno de la TV como fue “Atrévase a soñar", Ricardo Saavedra, sostenía que “el secreto de la TV está en las cosas simples, cuando las sofisticás, podés ganar premios, el prestigio o el reconocimiento de tus colegas, pero perdés a la gente“. Alcoyana fue el primer auspiciante que participó del proyecto y por eso, quizás aún hoy se lo invoca.
Muchos de los que integraron el equipo de producción sostiene que “era un programa muy barato de hacer, basado en canjes”, aunque el carisma de Berugo fue uno de los motores del éxito.