CON ESTILO
Colores pastel y madera para la renovación que Sabrina Garciarena le hizo a su cocina
Con pequeños detalles para la vajilla, la actriz le dio un nuevo estilo al ambiente.Tras una dura cuarentena en que los actores y actrices tuvieron que estar en sus casas hasta que se levantaran algunas de las restricciones, Sabrina Garciarena vuelve al ruedo con una nueva obra de teatro pero además con una renovación total en un ambiente de su hogar.
La actriz y esposa de Germán Paoloski tuvo a su última hija en medio de la pandemia más estricta y sus padres recién pudieron conocerla a los 6 meses.
Pero más allá de cualquier queja o crítica, Sabrina se supo reinventar y hoy, además de fomentar la lactancia materna como uno de los mejores alimentos para que los niños crezcan sanos, se da su tiempo para refaccionar parte de su casa.
Es así que posteó recientemente cómo, sin gastos exorbitantes y sobre todo con buen gusto, le dio un nuevo estilo al sector que tiene reservado para la vajilla donde pudo ordenar cubiertos y algunos artículos de cerámica para el desayuno. Para ello sumó a un mueble del ambiente unos separadores en madera clara para tener bien diferenciados cada uno de los utensilios.
Durante estos meses además se dedicó a amamantar a su hija más pequeña y prepararse para una obra de teatro que comparte con otras actrices en las que se enfocan en la problemática de las mujeres jóvenes que tienen hijos y deben ordenar sus tiempos porque también tienen que trabajar.
En zona norte
Sabrina vive desde hace algunos años en pleno Nordelta, en uno de los barrios privados que se construyeron en el lugar junto a sus hijos León de 7 años; Beltrán, de 4 y Mía, la más chiquita, de un año y medio, los tres fruto de su relación con el periodista Germán Paoloski.
Con respecto a cómo vivió en estos días de cuarentena, sostuvo en algunas notas periodísticas que debió ponerse en el rol de maestra con sus chicos más grandes. En estos meses, tuvo que estar atenta a que hicieron deporte y sobre todo manejar la emocionalidad de los chicos quienes no están acostumbrados a estar tanto tiempo en el hogar.
Me dediqué ciento por ciento a ellos; dije ‘bueno, estoy sin laburo, a esto lo tengo que capitalizar’.