CON ESTILO
Con un parque y la calidez del amor, Luisa Albinoni disfruta con su hija de una casa en Tortugas
Rodeada de naturaleza, la actriz que brilla en El Trece pasa por uno de sus mejores momentos.
Tras un largo camino que le tocó atravesar para concretar su sueño, Luisa Albinoni hoy puede disfrutar de un presente pleno de amor. Y es que tras varios años en los que luchó por ser mamá, actualmente goza de la vida en familia, con Verónica, en la amplia residencia de Tortugas.
Ahora la emblemática actriz está lejos de aquellos tiempos de lucha por la adopción que se concretó finalmente y con todos los papeles en 2012, cuando finalmente Vero se convirtió en su hija.
Ella suele decir que la adopción fue una de las aventuras más ambiciosas y a la vez desgastante porque tuvo un largo peregrinaje por juzgados e institutos de menores. Ahora es tiempo de disfrutar. Es por eso que, por primera vez, Albinoni decidió abrir las puertas de la casa que tiene en Tortugas, un barrio privado de la zona de Pilar.
La casona es la misma que recibió a Verónica cuando llegó a vivir con ella. Cuenta con un gran parque, con árboles añosos y un quincho y la vivienda mantiene un estilo clásico de techo a dos aguas y tejas de color terracota.
Luisa cuenta que, cuando llegó Verónica, la trataba de Luisa y de señora y asegura que fue juntas que descubrieron que, si no hubiese sido por sus papás, nunca se hubieran encontrado.
Además de la estructura exterior de la residencia, Luisa mantiene un estilo clásico en la decoración interior, donde abundan los muebles tradicionales de madera, las paredes blancas y algunas antigüedades.
Un espacio para el makeup
Entre los datos que reveló la actriz que se luce en TV, es que ambas le dan mucho valor a la coquetería, por lo que tienen un sitio en cada una de las habitaciones para tal fin.
A Vero le encanta usar mis tacos y pintarse los labios de rojo. Es coqueta como yo.
También hay un lugar especial para ver los filmes en los que participó Luisa en su juventud. Y la actriz asegura que aquellas películas de los ochenta le divierten a Verónica como loca porque la ve muy distinta a lo que es hoy. "Todo lo que sea teatro y baile le fascina”, comentó.
