Del amor en Ibiza al odio: Mariana Nannis y El Pájaro Caniggia, una historia de traición y escándalo

Parece mentira que aquella pareja glamorosa que paseaba por Europa en autos de última generación y que demostraban ostentación en cada una de sus apariciones se haya convertido en un triste espectáculo donde lo que predomina es el odio. Y es que Mariana Nannis y Claudio Paul Caniggia hoy atraviesan una filosa etapa de disputas y discusiones.

Aunque muchos no lo crean, hubo un tiempo en que la primera botinera famosa y el jugador argentino tuvieron momentos muy felices, etapa que luego se coronó con la llegada de sus hijos Axel, Alex y Charlotte.

La pareja se conoció en los años 80. Claudio Paul Caniggia ya había logrado un lugar importante en el plantel de River Plate y Mariana Nannis era una modelo, por ese entonces, de bajo perfil.

Según contó en 2012, en una edición de “Este es el show”, Mariana y Claudio se conocieron en un bar de Recoleta adonde ella había ido a buscar a Fito Papini, el novio de su madre. Dio la casualidad que allí estaba Caniggia junto a Sergio Goycochea, a quien le dijo:

Con esta me caso.

Lo cierto es que, lejos de lo que hoy se ve en los medios, Mariana era una candidata difícil de acceder y a Claudio le costó trabajo poder contactarla porque, además, Mariana no estaba muy metida en el rubro del fútbol. Un mes le demoró a Claudio Paul lograr que la joven accediera a salir con él porque argumentó que “tenía 80” que la llamaban. 

Tras el primer encuentro en un bar, tampoco quedó muy convencida porque consideró que “era normal”. Pero entonces ganó la insistencia y se casaron en 1988. A los tres años llegaría su primer hijo, Kevin Axel y, dos años después, recibieron a los mellizos Alex y Charlotte.

Una vida ostentosa y que generó polémica

Ahora, nuevamente están en la pantalla de todos los canales de televisión y son noticia por la dirección que tomó su separación, donde abundan las acusaciones por violencia, maltrato y reclamos en los que también participan los hijos menores.

Pero la exmujer de Claudio Paul también ocupó muchas horas de televisión a partir del momento en que la pareja viajó a Europa, desde donde llegaban imágenes de la modelo que mostraba que se bañaba en champagne y que menospreciaba a los argentinos. Solía burlarse de los que tenían que convivir con la crisis económica mientras ella disfrutaba de un buen pasar gracias al talento deportivo de su marido futbolista.

A mi marido no lo voy a fundir nunca. Aparte, tiene que trabajar más así no lo fundo.

Además, ella sostenía que se consideraba una mujer sin competencia porque, después de haber estado con ella, Claudio no podría estar con ninguna otra mujer.

 Teniendo caviar en casa, no va a ir a comer mortadela afuera.