50 años después de su debut como técnico: así está hoy Carlos Bilardo

El exfutbolista Carlos Bilardo es uno de los íconos del futbol argentino que supo dejar su huella en Argentina y en el mundo, pero sobre todo en el club de sus amores, Estudiantes de La Plata. Hoy, a la edad de 83 años, se encuentra con una delicada situación de salud y pasa sus días en un departamento en Buenos Aires.

Cabe destacar que el exjugador trascendió su vida de cancha y también es reconocido por su carrera de medicina ginecológica. Si bien el "Narigón” supo llevar adelante una vida sana y comprometida, hoy padece una enfermedad neurológica degenerativa. Se trata del síndrome de Hakim-Adams, por lo que en los últimos tiempos atravesó varias hospitalizaciones hasta llegar a terapias intensivas. Sin embargo, sigue en la pelea por la vida.

Una de las grandes pérdidas que sufrió en los últimos años es, por ejemplo, la de su gran amigo Diego Armando Maradona, con quien tenía una relación muy especial. La pandemia por su parte hizo lo suyo y también se despidieron de este mundo grandes figuras como Oscar Malbernat, José Luis Brown y Alejandro Sabella. Sin embargo, con el fin de resguardar su salud, sus seres queridos tomaron la decisión de no informarle sobre las muertes de sus amigos del fútbol, porque significarían un daño irreparable para el Doctor.

Pincharrata

Por estos momentos, Carlos pasa sus días en su departamento en Buenos Aires, en compañía de sus familiares, donde además recibe los cuidados médicos requeridos para la gravedad de su sintomatología.

En cualquier momento, lo llevamos a la cancha.

Comentó Jorge, hermano de Carlos, para Infocielo. "Carlos está bien, sigue viendo los partidos. Está bien acompañado. Ahora que hay poca gente hablamos con Sebastián Verón y lo metemos”, dijo entre bromas, aunque en realidad sería la concreción de un gran deseo.

Por su parte, Estudiantes cuenta con un renovado estadio y en una de las esquinas cercanas a la salida se encuentra la estatua del Bilardo, el goleador que supo marcar más de una alegría y la inolvidable cuarta copa libertadores de aquellos tiempos.