TIENE CUATRO HIJOS
Entre dos amores: la verdadera historia de los romances que ocuparon el corazón de Marcelo Gallardo
Uno fue una relación que nació en la adolescencia; el otro, llegó con la madurez y el éxito.
Más allá de los títulos, los campeonatos y los triunfos deportivos que logró en los últimos tiempos, la vida de Marcelo Gallardo tiene un detrás de escena vinculado a su vida personal en la que sus parejas cobran verdadero protagonismo.
Y es que, sobre todo en los años de mayor exposición en los medios, todo lo que tiene que ver con la intimidad de la vida en pareja del DT de Ríver empezó a ocupar los titulares de los portales y de los diarios.
La historia personal de Marcelo Gallardo empezó a tejerse hace más de 30 años cuando conoció a la que sería su esposa, Geraldine La Rosa, en Merlo, provincia de Buenos Aires. Fue en un barrio de zona oeste donde el técnico quiso acercarse a Geraldine a través de una amiga.
Tras varias idas y vueltas, cartas escritas con el corazón y encuentros, el vínculo se afianzó cuando Gallardo debutó en la Primera División de River Plate. Luego siguieron los viajes en familia a Francia, cuando jugó en el Mónaco y en Uruguay, cuando fue parte del plantel de Nacional.
En esos años, la pareja se mostró consolidada y firme en la decisión de compartir la vida con la llegada de sus hijos, Nahuel, que siguió los pasos de su papá; Matías, de 15 años y Santino, de 12. En todo este tiempo, ambos confesaron que sufrieron algunas crisis pero siempre valoraron la familia, según dijo ella.
Además de amarnos, seguimos juntos porque nuestros hijos son nuestra prioridad.
Pero la crisis definitiva, se hizo notar y al poco tiempo de alejarse, intentaron un acercamiento que vino con la llegada de su cuarto hijo, Benjamín que nació cuando ya estaban separados.
Y con el éxito llegó un nuevo amor
Mucho se habló sobre este romance. Y es que, luego de conocerse su separación, los medios vincularon a Gallardo con Alina Moine, periodista deportiva de larga trayectoria, con quien coincidieron en varias oportunidades y se los vio muy cercanos en la fiesta que River organizó por la Copa Libertadores ganada ante Boca en Madrid.
En esa jornada Alina fue maestra de ceremonias. Alina también cobró notoriedad porque, en 2016, participó del “Bailando por un sueño”, cuando se sumó como tercera integrante del equipo de Martín Liberman.
Nadie lo quiere confirmar pero el vínculo entre ellos sería una realidad. Incluso algunos dicen que coincidieron hace muy poco en Miami, aunque se dijo que ella había viajado con Martín Bossi.
