Tití Fernández aseguró que antes de su muerte Diego Maradona le reveló que era infeliz

A pesar de que ya pasaron casi nueve meses de la muerte de Diego Maradona, sus fanáticos, familiares y amigos siguen recordándolo por su talento y las particulares vivencias junto a él. Este martes, Tití Fernández visitó "Los Mammones", en donde reveló una anécdota que lo marcó de por vida y lo ayudó a entenderlo mucho más.

El periodista deportivo pasó muchos momentos con el crack del fútbol cuando se disputaba una nueva copa y Diego era el astro de la selección argentina. "En el 89, Diego me dio una lección de vida. Estábamos en Goiânia, en una Copa América en Brasil. A Diego lo volvían loco, como ahora lo hacen con Messi, él no podía bajar con el resto de los compañeros a comer, porque los periodistas brasileños se le tiraban encima, no lo dejaban en paz", comentó.

"Entonces, él se quedaba en el cuarto, comían los compañeros y, cuando todos terminaban de comer, los periodistas se iban, él bajaba. Como yo estaba en el mismo hotel y generalmente hasta que empieza el programa de radio estaba al pedo, me quedaba con él tomando un café", rememoró el comunicador sobre sus charlas con Maradona.

La locura por el crack

"Un día, él se pide una pizza, yo estaba tomando un café y era un hotel que tenía un boulevard en el medio, en donde un tipo se pone a vender unos muñecos de Mickey, Pluto, Minnie, qué se yo. Entonces, me dice: 'Dale, acompañame que le voy a comprar unos muñecos a las brujitas'. Él le decía así a Dalma y a Giannina. Vos sabés que no había un alma en la calle, porque era la hora de la siesta, estaba el vendedor, Diego y yo.", admitió Tití.

Sin embargo, era tal el fanatismo que despertaba el jugador argentino que todo parecía de película: "Empieza a elegir y en tres minutos cortaron el tránsito, nos tuvimos que ir corriendo para el hotel. Una cosa de locos. Cuando estamos sentados tranquilos, me dice: 'Vos sos un tipo feliz'. '¿Pero cómo me decís esto? Hasta los reyes y los papas se pelean por conocerte, ganás un montón de guita, tenés una familia y vos me decís que yo soy feliz'".

La enseñanza

"Me dice: 'Mirá, Tití, yo vivo en Nápoles. Cuando quiero comer pizza, la tengo que pedir a mi casa, cuando tengo que ir al cine voy cuando la película empezó a los cinco minutos, o sea que no sé cómo empieza, me tengo que sentar atrás de todo y tengo que irme cuando faltan cinco minutos para que termine. Vos vas a comer adonde querés, vas al cine cuando querés, no tenés que rendirle cuentas a nadie. ¿Te das cuenta por qué vos sos un tipo feliz y yo soy un infeliz con todo lo que tengo?'", le contestó el exjugador de fútbol.