ADIÓS PREJUICIOS
De la desconfianza al vínculo profundo: así es la historia de amor de Lizy Tagliani y Leo Alturria
Todo empezó en un programa de televisión y ambos tuvieron que superar críticas y rumores.
Si hubo algo que Lizy Tagliani tuvo que enfrentar a lo largo de su vida, fueron los prejuicios. Y su historia de amor con Leo Alturria, a quien conoció en 2019, no estuvo exenta de esto.
Hoy, la conductora de “Trato hecho” disfruta de una excelente relación con Leo, el jugador de rugby a quien conoció en 2019 durante el programa “El Precio Justo”.
La historia se inicia hace dos años en el verano de aquel año, cuando el joven decidió participar del programa conducido por Lizy. Ella, desde el inicio quedó encantada con él y le escribió por Instagram. Y esa misma noche decidieron encontrarse para ver juntos el partido de Argentina-México. Fue una noche soñada según recuerda Lizy y como también contó su novio que no se guardó información sobre esa jornada especial.
Lo que menos hicimos fue mirar el partido
Lo cierto es que, una vez más, los prejuicios y la sociedad pacata influyeron a la hora de dar a conocer el romance. Y lo hicieron seis meses después de aquel encuentro y nada menos que en ciclo de Susana Giménez.
Hubo señales desde el principio, todo fluía. Quería que me dijera que fuera su novia, porque me gusta eso
Aunque en algún momento Lizy decidió pedirle un tiempo para afianzar la relación, la distancia duró poco y desde entonces, están más unidos que nunca.
El público, querido y prejuicioso
Fueron muchos lo que al inicio de esta relación creyeron que Leo lo único que quería era conseguir fama al estar cerca de Lizy, una verdadera celebridad. Ella recuerda a esos tiempos como los momentos más desagradables pero ellos prefirieron poner las cartas sobre la mesa y asumir el vínculo desde otro lugar: primero como una relación libre pero con respeto y luego en plan más formal cuando él le confesó que quería que fuera su novia.
Actualmente se lo ve a menudo en los posteos que comparte la conductora en las redes donde se los observa sumamente felices en la vida cotidiana al compartir un desayuno o la grata compañía de las mascotas de Lizy.
