NO SOLO EDUCATIVO

Darío Cvitanich y Chechu Bonelli manifestaron preocupación por el estado anímico de sus hijas

Debido a las restricciones por la pandemia, sufren de algunas dificultades cotidianas.
sábado, 18 de septiembre de 2021 · 21:00

Como una forma de manifestar su oposición al encierro que generó la pandemia, Chechu Bonelli salió a confesar el dolor que le causa ver el deterioro de la salud emocional de Lupe y Carmela, las hijas que tuvo con Darío Cvitanich.

Y es que la periodista deportiva no pudo contenerse ante la consulta de Juan Etchegoyen en Mitre, cuando le pidió que cuente cómo estaba su familia.

En una casa en zona norte, disfrutan de su familia.  

Al respecto, Chechu enumeró una serie de problemas que observaron, tanto ella como el jugador de Racing. Y es que Lupe y Carmela Citanich tienen cierto temor de salir.

Es hasta el día de hoy que salimos a comer y me dicen no, mamá, mejor quedémonos en casa; o salimos y ya quieren volver rápido.

En relación con el tema educativo, Bonelli consideró que las clases virtuales fueron un caos para la familia porque tenían que estar pendientes de los horarios: “Conectar a una y desconectar a otra. Después se empezaron a conectar solas”.

Se sienten protegidos en casa y obviamente que es su zona de confort, pero antes no pasaba esto.

Más allá de eso, la cuarentena estricta generó un gran desarrollo de la imaginación de los más chicos, según contó la cronista. Al respecto contó que Carmela hacía experimentos: “Estoy creando la fórmula contra el coronavirus”. 

Se conocieron por el trabajo y ahora sufren por sus hijas. 

Bonelli es una de las referentes del sector vinculado al fútbol que más se quejó por las consecuencias que el encierro tendrá en el futuro. "Hemos hecho nuestras catarsis, pero hay que tratar de adaptarse. La pandemia nos ha dejado aprendizajes en lo bueno y lo malo”, finalizó.

 

Un lugar paradisiaco

La pareja junto a sus hijas reside actualmente en una casa de Tigre con muelle y laguna. Allí comparte la cotidianeidad  y sigue a pleno con el periodismo. Trabaja para ESPN y tiene una magnífica vida junto a Darío Cvitanich y sus dos hijas.

Ella dejó todo por seguirlo a él cuando se fue a Europa. 

En su momento, allá por 2012, dejó su carrera en stad by para acompañar al jugador en su nueva etapa en Francia, tras cubrir la Copa América y cuando le faltaba muy poco para el Mundial de Brasil. “Nunca me arrepentí de bajarme de ese sueño”.

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