CON ESTILO

Los lupinos en la Patagonia: una de las plantas silvestres más vistosas que florecen en primavera

Son de los más variados colores y decoran las rutas de la cordillera andina.
jueves, 23 de septiembre de 2021 · 17:00

Cuando aparecen entre las montañas, es señal de que llegó la primavera. Primero tímidos, apenas asoman sus pimpollos hasta que, cuando sube la temperatura, los lupinos o también conocidos como chochos invaden la mayoría de los rincones de la cordillera patagónica.

Es cierto que no son verdaderamente plantas nativas pero eso no le impidió a estas leguminosas proliferar en casi todos los sitios de la ruta de los Siete Lagos o más al Sur, en El Bolsón o Esquel, en la provincia de Chubut.

Decoran el paisaje cordillerano con sus colores en la gama del rosa y el azul. 

Así como la retama, estos hermosos ejemplares llamados lupinos fueron introducidos en la región por los primeros pobladores europeos que lo usaron para decorar sus jardines y se aclimataron tan bien que lo tomaron como un hogar.

Es una variedad del género de plantas leguminosas que no solo se destacan por su belleza sino también porque algunas especies tienen usos en alimentación humana y animal.

En la mítica ruta de los Siete Lagos, florecen los lupinos a la vera de la cinta asfáltica. 

Pero si hablamos de aquellas que decoran el paisaje del sur argentino son plantas de tallo erecto, que pueden alcanzar hasta 1 metro y medio de altura. Sus hojas tienen forma de paraguas cerrado. Y lo que destaca son sus flores que se reúnen en largas inflorescencias que van desde el blanco al azul intenso, aunque también los tonos azulados y rosados.

Entre las nuevas formas de turismo que se dan en el mundo, una de ellas es la del turismo de naturaleza y en la Patagonia se promociona este tipo de viajes como una alternativa para mostrar la más bella vegetación.

Tienen una leve fragancia y además poseen propiedades terapéuticas.  

El glamping es una equilibrada combinación entre glamour y naturaleza, donde los turistas pueden estar en contacto permanentemente con las plantas. Eso ocurre en ciertos lugares como Villa La Angostura, donde los lupinos abundan en el mirador Social Club y en todo el recorrido de la mítica Ruta 40.

 

Una propuesta en su lugar natal

En la isla de Lolland, Dinamarca, llegó la primavera y muchos visitantes se detuvieron para fotografiarse en uno de los campos más vistosos del país. El lupino en ese caso no es silvestre sino que allí se siembran en 18 colores diferentes y se cultiva para su venta. La cosecha generalmente comienza en julio.

El lupino es una flor perenne que tiene un período de floración bastante corto y tiene propiedades terapéuticas. Además son una alternativa para mejorar los sistemas productivos por su resiliencia a las condiciones adversas de clima y suelo.

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