Gran momento

“Muy tranquilo”: el raro episodio que se vivió en Los 8 Escalones y que dejó atónito a Guido Kaczka

El famoso conductor no pudo creer lo que ocurría en los estudios de El Trece.
miércoles, 8 de septiembre de 2021 · 01:00

Sin dudas en “Los 8 Escalones” se viven episodios muy insólitos, ya que el nerviosismo que cargan los participantes hace que todo pueda pasar. No obstante, en la edición de hoy sucedió algo que lo dejó pasmado a Guido Kaczka, ya que el exitoso entrenador de básquet, Sergio Oveja Hernández, conocía a uno de los concursantes de la jornada.

El participante en cuestión era Jorge Morales, un árbitro de básquet, que trabajó muchos años en la Liga Nacional. Por ende, conocía a Hernández, quien era el jurado invitado en esta ocasión. “Soy el que aguanta a los técnicos cuando tienen que descargarse con alguien. Nos cruzamos alguna vez”, manifestó el concursante, bajo la atenta mirada del famoso conductor de El Trece. Estas palabras hicieron que el extécnico de la selección nacional de básquet exprese: “Depende qué técnico, a mí no me tenía por qué aguantar, era muy tranquilo. Hemos compartido partidos, el señor es una autoridad de la máxima competencia que tenemos en Argentina”.

Del mismo modo, la Oveja, acotó: “Es de los más experimentados, me ha soportado trabajando. El entrenador está muy activo, entonces ante cualquier situación siempre les reclamamos a ellos. No sabía que era tan culto, me está sorprendiendo. La última vez que dirigí en la Liga fue en 2015 con Peñarol. Llevábamos varios años sin vernos, pero lo recuerdo”. Esta situación hizo que Guido le pregunte si sabían que se iban a encontrar en el ciclo, a lo que los dos aseguraron que no.

 

El conductor se sorprendió con Antúnez

Kaczka en su otro programa, “Bienvenidos a Bordo”, quedó asombrado con la nueva destreza que descubrió en Antúnez, ya que el joven atleta, al parecer es un virtuoso con la guitarra. “Tocá un poco así me da noción de cómo lo hacés y te evalúo del uno al diez”, le indicó el conductor. Luego de escucharlo unos instantes tocar el instrumento, el conductor manifestó: “Epa, me gustó eso”.

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