Las suculentas venenosas que podrías tener en tu hogar u oficina sin darte cuenta

A la hora de llevar plantas nuevas a casa, al jardín o a la oficina, todos deben saber que, por más lindas y de moda que estén, no todas son compatibles entre sí. Y no solo me refiero a las plagas, sino que algunas, aunque sean atractivas, pueden ser venenosas y afectar a los niños o a las mascotas. En esta nota revisaremos las más comunes.

Euphorbias

Este tipo de suculenta, que parece un cactus que no pincha, es muy común y nos damos cuenta de que es venenosa porque produce una savia blanca o látex lechoso. Esta sustancia es venenosa para nosotros y los animales y provoca quemaduras o irritaciones. Esta suculenta casera es una de las más peligrosas, por lo que se recomienda tenerla con reserva o precaución.

Kalanchoe 

Es tan atractiva que seguro la viste o la tenés. Es una planta muy famosa y comúnmente se usa para decorar jardines e interiores. Sin embargo, su contra es que puede ser muy peligrosa para las mascotas, en especial para los gatos, porque si la ingieren puede provocarles diarrea, vómito o alteraciones cardiacas y neurológicas. Es mejor no tener esta variedad para no correr riesgos.

Lengua de Suegra

Este tipo de planta de la familia de las suculentas se llama en realidad “Sansevieria” y ya la conocemos. Tiene un elegante follaje y resulta ser muy fácil de cuidar, por eso es una de las más recomendadas para uso en interiores, pues requiere muy poca iluminación y agua para sobrevivir.

Sin embargo, a pesar de su belleza, es dañina para los perros y gatos, ya que sus hojas contienen saponina, una sustancia que genera vómitos y diarreas. 

A sabiendas de estos datos acerca de las plantas venenosas más comunes que podemos encontrar cerca nuestro a diario, veremos cómo preparar un acolchado de tierra para las suculentas que no afectan la salud de nuestras mascotas ni la nuestra.

Cómo preparar tierra con acolchado para suculentas

1. Protegé las hojas inferiores del exceso de humedad

Eso se refiere no solo a cuidar la cantidad de riego, sino también la forma en la que regamos nuestras plantas. Crear un suelo árido, decorativo y ligero permitirá mantener las hojas inferiores alejadas de la humedad.

2. Retrasá los efectos del riego y el sol en el sustrato

El riego hace que el sustrato se compacte poco a poco. Además, la incidencia del sol y del viento puede secarlo, haciendo que pierda su textura y aireación, por lo que el riego deberá ser moderado. Tené en cuenta que el acolchado permite, fundamentalmente, crear una primera capa protectora del sustrato.

3. Ayudá a las hojas inferiores a contar con más luz

Muchas veces las hojas inferiores quedan descuidadas y no les llega la luz natural, pero si usamos un acolchado de colores claros, como el blanco o beige, estaremos fomentando que el sol se refleje en las hojas inferiores. Un pequeño truco para ayudarlas a que hagan la fotosíntesis correctamente.

4. Añadí nutrientes al sustrato

Si  elegís acolchados orgánicos, ayudarás al bienestar de la planta. Elegir corteza o madera, te ayudará a cumplir con una función más que interesante: cuando comience a descomponerse, los nutrientes pasarán a formar parte de la tierra.