Echeveria pink trumpet: la suculenta que se volvió el must de los plant lovers

Las suculentas son esas plantas que cada vez más personas quieren tener en su casa, no solo porque se pusieron de moda y son bellísimas, sino porque son fáciles de cuidar, crecen sorprendentemente y su variedad parece ser infinita; de hecho, seguramente alguna de las plantas de tu hogar son de su familia. 

En esta nota conoceremos a la Echeveria pink trumpet, una suculenta muy especial, ya que sus hojitas tienen forma de pequeñas trompetas rosas y crece con un tamaño mediano que le dará un toque de color increíble al lugar en el que esté, esta crasa es una buena opción para hacer un regalo muy especial.

La Echeveria pink trumpet es una suculenta híbrida, fue creada en Corea cuando combinaron la echeveria shaviana y la echeveria cante; como era de esperar, desde su origen tomó popularidad inmediata y se destaca entre todas ¿Cómo cuidarla?

Iluminación

Las suculentas que tienen colores en sus hojas necesitan una buena luz para generar esas tonalidades saturadas, en el caso de esta echeveria pink trumpet la clave es la misma.

Esta planta híbrida requiere una buena fuente de luz para conservar el color fuerte y la forma tubular de sus hojas. Con cinco o seis horas de luz solar diaria será suficiente. En verano, es necesario filtrar los rayos del sol para no quemarla.

Sustrato

Tal y como sabemos, hay un sustrato que se puede conseguir en viveros y es especial para las suculentas. Sin embargo, también lo podés crear en tu casa con desechos orgánicos.

Esta suculenta, como cualquier otra, necesita de un sustrato poroso para eliminar el exceso de agua y, de esa forma, evitar el encharcamiento de las raíces. Si vas a crearlo vos, tené en cuenta que debe llevar sí o sí arena gruesa, perlita, tezontle, grava y fibra de coco.

Riego

Obviamente debés tener cuidado y evitar mojar sus hojas, ya que podría quedar agua acumulada en los tubos y, así, generar hongos o plagas. Siempre regá la tierra cuando notés el sustrato esté completamente seco y, en épocas de lluvia, se recomienda mantener las crasas al resguardo para evitar que se mojen por completo.