PLANTAS

Terror en el jardín: qué hacer si encontrás a tu suculenta encharcada

El cuidado de las plantas es como el de todo ser vivo, pero el exceso de agua podía matarlas rápidamente.
lunes, 21 de noviembre de 2022 · 09:19

Las suculentas son esas plantas que todos quieren tener en su casa u oficina, ya que no tan solo quedan hermosas y atraen buena energía y abundancia, sino que son muy fáciles de cuidar pero, ¿qué sucede cuando te olvidaste tus plantas afuera, llovió y cuándo volvés la encontrás encharcada?

En esta nota, veremos cuáles son los síntomas de una suculenta que recibió exceso de riego, abundante lluvia y atraviesa una etapa de vida o muerte. Lo más importante es que, sin perder tiempo, te dediqués a esta crasa ni bien adviertas esto. 

Las suculentas necesitan un equilibrio en la satisfacción de sus necesidades.

Síntomas de una suculenta con exceso de agua o humedad

1. Hojas muy blandas: Podrían tener una textura gomosa y extremadamente blandas.

2. Cambio de color en sus hojas: Ahora son amarillentas y hasta traslúcidas.

Si encontrás así tu suculenta, revisala con urgencia.

3. Tallos y hojas de color distinto: Tanto el tallo como todas las hojas o algunas de ellas podría lucir negro o amarronado.

4. Apariencia marchita: La planta perdió su postura y la roseta está caída.

 

Cómo salvar una suculenta ahogada

La suculenta no necesitará riego por 14 días.

Antes que nada debés saber que no siempre se logra salvar a la planta, ya que, si pasó suficiente tiempo hasta que te diste cuenta de su estado y la suculenta era pequeña, puede que no haya nada más por hacer por esta planta carnosa.

1. Revisá hoja por hoja: Además, deberás corroborar si la planta está podrida o no. Sabrás si lo está, porque el tallo está amarronado en algunas zonas o algo transparente, eso quiere decir que tiene agua por dentro. Lo mismo sucede con sus hojas.

No mezquines enraizante y sustrato en esta etapa.

2. Si detectás que tu planta tiene la apariencia de lo descrito en el punto número uno, pero su tallo todavía está en buen estado, entonces podés salvarla. Solo necesitarás bastante tiempo y paciencia para verla de nuevo como antes. Además, deberás darle más atención.

Deberás cortar todo lo que esté podrido y dejar a salvo únicamente el tallo en buen estado, si estuviera en maceta con otras plantas, retirala porque puede que la misma tierra haya perdido nutrientes y ahí no podrá ser rescatada.

La maceta de barro es fundamental.

3. Prepararás la nueva maceta para tu suculenta. Esta deberá ser de barro para que pueda absorber la humedad, se recomienda que utilices carbón en la base de la maceta y luego deberás llenarla hasta la mitad con tierra y mucho sustrato especial para suculentas.

Si consiguieras un enraizante podés agregarlo o también utilizar azufre en polvo para evitar la pudrición.

4. Este es el último paso y dependerá completamente de tu atención y, por supuesto, del curso natural de la suculenta con la tierra. Aquí dejarás que la planta vuelva a sentirse a salvo y no deberás regarla por al menos dos semanas, cuando vuelvas a hacerlo lo harás con mucha cautela.

Un palillo chino es todo lo que necesitás para este paso.

Para el riego, preferentemente utilizarás un atomizador sobre la tierra y así controlarás mejor el agua. No olvides utilizar la técnica del palillo de madera para asegurarte de que el sustrato está seco antes de darle humedad.

Además, deberás mejorar las condiciones de luz, no la dejés expuesta a los rayos del sol directamente. Siempre es mejor la luz filtrada y, por supuesto, la de los horarios más tenues como la mañana o la tarde.

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