PLANTAS
Mudanza y suculentas: no entres en pánico, seguí esta guía para el éxito del traslado
En esta nota te guiaremos con lo que debés tener en cuenta a la hora de emprender una mudanza de suculentas y otras plantas.Uno de los momentos más estresantes para el ser humano, comprobado gracias a estudios sociales, es una mudanza. Cuando alguien emprende este cambio, debe tener en cuenta un sinfín de detalles para que todo salga a la perfección y, una vez instalado, no haya que resolver más nada. En esta nota te ayudaremos con lo que tiene que ver con la mudanza de suculentas y otras plantas.

Pasos a seguir para que tu planta no sufra un shock de estrés
Cambiar de maceta
Es necesario que, tres semanas antes del día de la mudanza, vuelvas a poner las crasas y las demás en una maceta de arcilla y, luego, esta, en una maceta de plástico inastillable. Con esto se busca que la planta esté protegida y no se mueva tanto.
Podar la planta (excepto cactus y suculentas)
Dos semanas antes del día de la mudanza, podá las plantas más grandes desde arriba hacia abajo, es decir, desde el crecimiento más nuevo.

En este paso quitarás hojas, ramas y flores muertas con tijeras afiladas y desinfectadas. La poda facilitará el traslado de la planta, ya que de esta forma estarán más compactas y serán más manipulables.
Revisión total
Una semana antes del día de la mudanza, deberás revisar cada una de tus plantas y suculentas en busca de insectos y parásitos. Si es necesario, aplicá insecticida para descartar cualquier amenaza que pueda viajar con ellas en la mudanza. Sé detallista y muy generoso con tu planta.

Riego de las plantas
Dos días antes de la mudanza, hidratá las plantas carnosas, el cactus y demás normalmente, pero siempre tené en cuenta la norma del palillo de madera.
Cómo envolver una planta para su mudanza

Envoltura: aquí deberás tener en cuenta algunos detalles que son de vida o muerte para la suculenta. Elegí una sábana vieja o un papel de seda, para evitar que los tronquitos se rompan.
Posición: cada una de tus plantas deberá tener una caja propia para viajar, así que deberá encajar a la perfección, y si no conseguís cajas, podés usar envolturas muy gruesas de papel reciclado.
Empaquetado: dependiendo de tu suculenta, podrás ver si es necesario embalar la maceta completa o solo la base, para mantenerla en la caja segura y en su lugar. Si llegaras a envolver completamente tu planta, recordá dejarle un espacio para que pueda respirar y que nunca viaje apretada.
Etiquetado: este paso puede resultar obvio, pero en el estrés de una mudanza a veces pasa desapercibido. Es necesario que le pongas el nombre a la planta al frente de la caja en posición vertical y que marques con una flecha la parte superior y los costados. De esta forma, ayudarás a las otras personas para no sobrecargar y elegir la ubicación correcta.
Control de temperatura: el traslado de una planta no deja de ser algo que necesite de tu atención hasta que llega a destino. Deberás corroborar cómo es la temperatura del vehículo en el que viaja, para que pueda soportar el último tirón de estrés. Recordá que las temperaturas frías y calientes en sus extremos pueden dañar todas tus plantas.
La instalación en la nueva casa

Las plantas, como las mascotas y nosotros mismos, necesitan un período de adaptación cuando llegan a un nuevo lugar. Es necesario que tengas en cuenta estos últimos cuatro detalles:
Deshacer el embalaje: si es posible, tus plantas serán lo primero que desembalarás cuando te instales en la casa nueva. Hacelo con cuidado para evitar que se rompan.
Lugar: elegir un espacio igual o mejor que el que tenían en el antiguo hogar.
Estabilizar: si no estás conforme con el espacio que le diste primero, esperá a que la planta se aclimate para cambiarla de habitación.
Sanar: si en el peor de los casos tu suculenta sufrió algún quiebre o notás que tiene algún impacto tras su trasplante, esperá unos días para que se recupere, dale tiempo para que luzca nuevamente saludable.