ADRIÁN SUAR

Tras pasar juntos Navidad, el nuevo encuentro entre Adrián Suar y Griselda Siciliani

El productor y la actriz fueron vistos juntos.
miércoles, 28 de diciembre de 2022 · 09:04

Desde que se separaron hace varios años, Adrián Suar y Griselda Siciliani siempre mantuvieron una muy buena relación. En especial, por la hija que tienen en común, Margarita. A pesar de que ambos prefieren mantener el bajo perfil con respecto a su vida privada, en el último tiempo se halagaron mutuamente. Esto provocó algunos rumores de reconciliación.

En una entrevista que Griselda Siciliani le brindó a “Socios del Espectáculo”, fue consultada sobre si volvería con Adrián Suar: “Yo creo que se lee bien el cariño que nos tenemos. Por ahí, al principio (había ganas de volver), pero ya pasaron como seis años. No tuvimos nunca una vuelta, tenemos un cariño familiar”, explicó la actriz. Por su parte, el director de programación de El Trece aseguró que ella es una de sus ex con las que mejor se lleva.

Luego de pasar la Navidad juntos, como reflejaron en sus redes sociales, Adrián Suar fue visto nuevamente con la madre de su hija en Uruguay. El productor y la bailarina fueron sorprendidos en el aeropuerto del lugar. Estaban allí con Margarita. Más allá de que siempre existió buena onda entre ellos, no solían mostrarse juntos casi nunca, por lo que esta cadena de hechos hizo que se avivaran las versiones de una posible segunda oportunidad entre ambos.

Pasaron Navidad juntos.
Salió a la luz una imagen del reencuentro.

 

La increíble anécdota de Griselda Siciliani

La exmujer de Adrián Suar visitó el programa de Flor Peña, “LPA”, y contó un dramático episodio que le tocó vivir y la desopilante forma en la que terminó: “Una vez me quisieron robar en la parada del colectivo. Era muy joven. Me quisieron robar unos chicos en bicicleta. Me quieren robar, yo me largué a llorar. No quería que me sacaran mis cosas personales”, comenzó su relato Griselda Siciliani.

La bailarina continuó: “Se ve que los chicos se conmovieron y ellos estaban con un cachorrito. Yo iba a la casa de mis viejos, a Villa Luro. No podía parar de llorar y me empezaron a decir: 'Bueno, no llores'. Creo que un poco les di pena y otro poco se pusieron nerviosos. Les di tanta pena que me quisieron regalar el cachorrito. Se conmovieron y quedé protegida”.

Otras Noticias