Estos son los males que aquejan a las suculentas, aprendé a tratarlos

Las suculentas se volvieron una obsesión para algunos que un día advirtieron lo bonitas que son; sin embargo, estas plantas siempre estuvieron entre nosotros y formaron parte de la decoración de las casas y los jardines. Pese a todo, hay que reconocer que, si bien son resistentes, pueden enfermarse y aquí veremos algunas plagas: 

1. Hongos

La aparición de los hongos tiene que ver con el exceso de riego. Suelen darse cuando se suma una humedad elevada con temperaturas frías. Atención porque son la principal causa de muerte de las suculentas.

2. Condiciones climatológicas y malos cuidados

La falta de luz, el exceso de frío, un riego demasiado escaso o una alcalinidad incorrecta en el sustrato también pueden dar lugar a ciertas enfermedades de las suculentas.

3. Bacterias, un rival improbable pero determinante

Es difícil que aparezcan, pero las bacterias pueden penetrar a través de heridas que presenten las plantas. Pueden estar presentes en el sustrato o llegar a la planta a través de distintos insectos. Cuidado porque en la gran mayoría de casos, provocan la muerte de la planta.

4. Plagas

Aunque puedan parecer insectos sin importancia, lo cierto es que están lejos de serlo. Por un lado, porque buena parte de esas plagas que aquejan a las suculentas son succionadoras de savia; por otro, porque pueden hacer que ciertos virus entren en ellas y provoquen su muerte.

Cómo detectar las enfermedades

1. La planta se espiga y pierde su forma

Esto sucede cuando la planta no recibe la cantidad de luz necesaria y la consecuencia más perceptible es que la suculenta pierde su forma original y se esfuerza de más por conseguir tener la cantidad de luz que necesita. Hay que cambiarla a un lugar más iluminado.

2. Las hojas cambian su color o su textura

Si sus hojas se arrugan, puede que se trate de hojas viejas o que necesitan agua. La forma de identificarlo es porque serán las hojas superiores las que se marchiten y sequen. Si las hojas están blandas, es un síntoma de exceso de riego: suspender el riego para retomarlo cuando ella recobre su dureza habitual.

Si las hojas se tornan marrones, amarillas o negras hay un exceso de riego muy serio; esto puede traer mal olor e, incluso, de una textura viscosa. Si sucedió eso: la planta padece podredumbre y será muy complicado recuperarla. Si hay manchas oscuras y duras sobre las hojas Esto es por la manifestación de una quemadura solar. Solo tendremos que cambiarla de sitio para que se recupere del exceso de sol.

3. El tronco está blando

Malas noticias: estamos ante una de las enfermedades de las suculentas de difícil solución. La podredumbre del tallo central de nuestra planta es la manifestación de lo que sucede en las raíces. Esta situación se debe a un exceso de riego o un drenaje incorrecto.

4. La planta tiene insectos o melazas en las hojas

La presencia de pulgón, la araña roja y las cochinillas es malísima para la planta y puede matarla en poco tiempo. La solución: utilizar un insecticida acaricida lo antes posible y de forma regular. Es importante limitar la exposición solar de nuestra planta durante el periodo de aplicación para evitar que pueda quemarse.