PLANTAS
Aloe Vera: la planta milagrosa también sufre por plagas, aprendé a detectarlas
Este tipo de suculenta es considerada un vegetal invasor y tiene más de 500 variedades.Puede que tu primera suculenta haya sido un Aloe Vera, ya que es una de las más habituales en los hogares, tanto por su belleza como por su versatilidad para producir un buen número de remedios naturales. Por eso, conviene conocer las enfermedades de esta planta y cuáles son sus plagas más habituales.
Hongos
El hongo es el principal enemigo del Aloe Vera y el motivo más habitual de su muerte. Dado que el mundo de los hongos es muy amplio, son varios los escenarios que habrá que contemplar para poner a salvo la planta:
Puntos negros que se necrosan
Estos hongos son los más comunes: ellos crean pequeñas depresiones que cicatrizan sobre la hoja. Su aparición responde a un exceso de humedad, tanto en el sustrato como en el ambiente, y a una falta de ventilación de la planta.
Pudrición basal
Es el principal motivo de muerte del Aloe Vera cultivado en casa. También se da por exceso de riego, de humedad en las hojas y siempre con temperaturas cálidas. Cuando estamos ante un hongo de pudrición basal, el tronco central de la planta será de una coloración marrón oscura.
Pudrición de la raíz
Esto se da por el clásico exceso de riego. Si el Aloe tiene las hojas amarillas, se marchitan o, incluso, se reduce el crecimiento de la planta, hay un hongo que pudre la raíz. Aparece también por un mal drenaje.
Mancha foliar
Su marca es sumamente personal: crea manchas irregulares de color marrón oscuro y con un centro grisáceo. Su principal efecto en el Aloe es que las puntas de la hoja comienzan a secarse y hasta podemos notar una menor consistencia en sus tallos.
Otros males del Aloe Vera
Roya
Suele darse en ambientes frescos y con alto grado de humedad, tanto en lo que respecta al riego como al ambiente. Puede suceder, también, si humedeciste las hojas al regar y la planta no está bien ventilada.
Se puede detectar su presencia gracias a la aparición de manchas primero amarillas y después marrones en las hojas. También porque los contornos de estas tienen tonalidades naranjas.
Bacterias
Este enemigo es invencible y por ende no hay solución ante la presencia de una bacteria en un Aloe Vera. Suele atacar el tallo de la planta y, más allá de pudrirlo, se evidencia de una forma muy poco agradable: por el mal olor.