Conocé la diferencia entre rayos UVA y UVB para elegir un protector solar acorde

Ahora más que nunca hay un éxodo de turistas que se dirigen a las playas, a los ríos, a las montañas, ¡a todos lados! ¡a disfrutar del verano! pero no hay que olvidarse del cuidado de la piel; sobre todo, no hay que subestimar al sol.

En esta nota de estilo veremos lo necesario para poder elegir un protector solar acorde al tipo de piel y así evitar mayores daños. Recordemos que este es un producto que se usa durante todas las temporadas, no solamente en verano, para de esa forma prevenir el envejecimiento temprano de la piel y, además, el cáncer.

Es importante saber que la piel es nuestra barrera natural contra el sol. Es por eso que, cuando se expone a sus rayos, se activa inmediatamente la defensa biológica que es la melanina —el pigmento natural de la piel— por lo cual, cuando uno se broncea no significa que está protegido, sino que ya se dañó. 

Por todo eso es tan importante el uso de los fotoprotectores, ya que son creados para combinar barreras físicas, como la capa de ozono, los anteojos, los sombreros, la ropa, etc.

Clasificación de los protectores solares

Hay que saber que los protectores solares se clasifican según el factor de protección solar —FPS—, es un número que identifica la acción contra los rayos UV de acuerdo al tipo de piel. Es decir a mayor FPS, mayor defensa.

En su fórmula, llevan filtros que frenan la acción de los rayos UVA que producen el bronceado rápido, mientras que los UVB generan un bronceado duradero, pero también el envejecimiento.

 El FPS es el número de veces que el producto aumenta la defensa natural, por ejemplo: si una persona se expone al sol, los síntomas de la exposición aparecerán a los 10 minutos y con un factor solar de protección 2 tardaría 20 minutos en hacer efecto.

Por eso, siempre es recomendable colocarse protectores antes de salir de casa. Ahora bien según la ANMAT los protectores solares se encuadran así: 

• Protección baja (FPS entre 6,0 y 14,9): para piel poco sensible a la quemadura solar.
• Protección media (FPS entre 15,0 y 29,9): para piel moderadamente sensible.
• Protección alta (FPS entre 30,0 y 50): para piel muy sensible.
• Protección muy alta (FPS entre 50 y 100): para piel extremadamente sensible.

Cabe destacar que siempre es recomendable que el mínimo de protección sea 25 y que se use de forma permanente, siempre que la persona no haya estado en el agua o que no haya transpirado excesivamente; de lo contrario, deberá colocarse nuevamente el producto.