PEREJIL
Perejil: así de fácil podés sembrarlo en macetas y usarlo en tu cocina
Te dejamos el paso a paso para tener esta planta herbácea todo el año.El perejil es uno de los grandes aliados de la cocina, que no solamente aromatiza y brinda un sabor único a tus platos favoritos, sino que además es muy fácil de cultivar. Te contamos qué hacer para tenerlo en tu casa para que todo el año puedas utilizarlo sin gastar de nuevo en la verdulería de tu barrio.
En muchas ocasiones, comprar perejil significa adquirir una cantidad mayor a la que usarás en ese momento, y luego se termina estropeando, e implica tener que secarlo para guardarlo durante un tiempo, hasta que lo vuelvas a requerir. Sin embargo, si tenés la planta en tu casa, podrás solo tomar lo que usarás de la maceta y estará siempre fresco.

Cómo plantar perejil en tu casa
La mejor forma y más efectiva para plantar perejil es comprar las semillas. Una gran ventaja es que se pueden plantar en cualquier época del año, pero debés tener en cuenta que en invierno tardarán más en germinar. Sobre los cuidados, necesita luz, aunque no del sol directo, sino que lo ideal será colocar la planta cerca de una ventana para que ingrese luz varias horas al día. Seguí este paso a paso:
1- Llená una maceta con tierra para plantar y dejá las semillas con una capa de tierra de un centímetro por encima. Mantené la tierra húmeda, pero sin encharcarla, hasta que broten las plantitas. Tardarán unos 15 días si es verano y aproximadamente un mes si las plantás en invierno.
2- Debés cortarle las flores para que la planta crezca fuerte, pero se pueden aprovechar las semillas que nacen en estas, plantándolas en una nueva maceta. Las flores no deben usarse en la cocina, ya que son amargas.
3- La planta ya habrá crecido suficiente después de 2 meses si es en verano y luego de 3 meses en invierno. Este es un momento ideal para empezar a recoger la cosecha. Para ello, simplemente, debés cortar los tallos que necesites, evitando hacerlo en las horas de demasiado calor.
Algunos consejos para su cuidado
1- Regarla con frecuencia y con poca cantidad de agua.
2- Colocarla dentro de casa, ya que no soporta temperaturas extremas. Siempre en un sitio con buena luz, pero no al sol directo.
3- Retirar las flores para evitar que se enferme.
4- Podarla de vez en cuando para que crezca sana y fuerte.