Galletitas red velvet, listas en menos de 30 minutos para una rica merienda

Estas galletitas te van a encantar por su sabor tan especial y, además, son demasiado fáciles de hacer, solo te tomará media hora y estarán listas para disfrutar durante tu desayuno o merienda de este fin de semana. Asimismo, son muy divertidas por su color, así que los niños seguro van a querer probarlas.

Una de las grandes ventajas es que para hacer estas galletitas no vas a necesitar batidora, ya que solo con unir los ingredientes van a estar listas para llevar al horno. Una receta ideal para sorprender a todos este fin de semana o en la previa de Halloween, una fecha que a los chicos los inspira para hacer juegos o fiestas con sus amigos. ¡Tomá nota y hacela!

Ingredientes para estas galletitas red velvet:

-125 g de manteca a temperatura ambiente

-100 g de azúcar mascabado

-75 g de azúcar morena

-1 huevo

-1 cdta. de esencia de vainilla

- 6 a 8 gotas de colorante en gel rojo (o el color que quieras)

- 260 g de harina común

-1 cda. de fécula de maíz

-1 1/2 cdta. de polvo para hornear

-1/2 cdta. de bicarbonato de sodio

-1 pizca de sal

-15 g de cacao

- 250 g de chocolate blanco en trozos o chips (opcional, pero queda mucho más rico)

Paso a paso, cómo hacer las galletitas:

1- Primero, en un bowl, batir la manteca derretida con ambos tipos de azúcar.

2- Añadir un huevo, un poco de colorante rojo (o el color que elijas) y esencia de vainilla. Incorporar hasta que la textura se vea uniforme y cremosa.

3- Agregar todos los ingredientes secos: harina, bicarbonato de sodio, fécula de maíz y cacao en polvo. Tamizar con un colador.

4- Añadir chips de chocolate blanco o chocolate cortado en trocitos pequeños. Le da un sabor único.

5- Unir bien, amasar y con la palma de las manos formar bolitas medianas o del tamaño que deseés. Colocalas en una fuente apta para horno antiadherente, dejando un poco de espacio entre ellas.

6- Hornear la preparación durante 18 minutos en un horno precalentado a 170 grados.

7- Cuando estén cocidas, retiralas del horno y dejalas enfriar. ¡Y listo! Ahora podés acompañarlas con un café, té, mate o la infusión que más te guste.