AJO
Planta de ajo: mirá lo fácil que es sembrarla en una maceta en casa y para una cosecha de varias semanas
Conocé los secretos para tener ajo disponible siempre en tu cocina.El ajo es uno de los ingredientes que usamos a diario en la cocina, pero lo que pocos conocen es lo fácil que es sembrarlo para poder tener a disposición en tu hogar cuando necesites. En Minuto Argentina, te contamos cómo cultivarlo en simples pasos, sin gastar ni un peso.
Sin dudas, el ajo tiene la particularidad de aportar un sabor y aroma muy especial a los alimentos, y lo podés sembrar con muy poco espacio en tu jardín. La planta crece a partir de dientes individuales, cada uno puede volver a multiplicarse en el suelo, dando lugar a uno nuevo con 5 o 10 dientes.
Una de las grandes ventajas del ajo es que si se almacena en un lugar fresco y seco, es un alimento que se conserva por meses. Ahora, tomá nota de cómo cosechar de forma económica, sin demasiados cuidados y con mucha utilidad para hacer platos exquisitos y deleitar a tu familia
Paso a paso: cómo sembrar y cosechar ajo
El ajo tiene importantes nutrientes que contribuyen a mejorar la calidad de alimentación: agua, carbohidratos, proteínas, aminoácidos, compuestos organosulfurados y fibra. Es señalado por numerosos estudios como eficaz para prevenir los trastornos metabólicos y la dislipidemia, y mejorar ciertas funciones gastrointestinales, con un consumo moderado.
Para cultivarlo necesitas: elegir una cabeza de ajo de la variedad que quieras; una maceta de 20 centímetros de profundidad, ya que sus raíces son realmente profundas; y tierra para macetas.
1- Separá los dientes de un ajo y descartá la cáscara intacta.
2- Elegí una maceta con drenaje.
3- Llená la maceta con suficiente tierra, dejando al menos un centímetro antes de llegar del borde.
4- Enterrá los dientes de ajo en la maceta, mínimo a 10 centímetros de profundidad, con la parte puntiaguda hacia arriba.
5- En la maceta, poné más de un diente de ajo, separados unos 8 centímetros como mínimo.
Los brotes de ajo comenzarán a salir entre 16 a 32 semanas después de la siembra, según el clima y la variedad. El riego debe ser moderado, ya que no es recomendable demasiada humedad. Además, se debe mantener la planta libre de malezas y, de ser posible, fertilizar con compost cada mes.
Es tiempo de cosecha cuando las hojas más antiguas comienzan a secarse. Para ello, se extrae la planta entera, sin retirar las hojas, preferiblemente, en días secos y soleados. Luego, se deja secar el bulbo en pleno sol por un par de días y se puede guardar en un lugar fresco y seco. ¿Lo harías?