Postre de limón y chocolate blanco: fácil y con base de galletitas

Si hay algo que despierta los sentidos y conquista los paladares más exigentes, es la combinación perfecta entre lo ácido del limón y lo dulce del chocolate blanco. En esta ocasión, te traemos una versión espectacular de un postre clásico, enriquecido con galletitas de vainilla, que dan un toque crujiente y delicioso. Preparate para sorprender con esta receta que lleva al postre de limón y chocolate a otro nivel.

Esta combinación exquisita, entre lo crocante de las galletitas de vainilla, la suavidad del queso crema y la intensidad del chocolate blanco fusionado con el toque cítrico del limón, asegura una experiencia gastronómica única. Además, podés agregar los toppings que más te gusten para personalizar y decorar este postre de limón y chocolate según tu preferencia. ¡Disfrutá cada bocado y sorprendé a tus invitados con esta delicia culinaria!

Ingredientes:

• 200 g de galletitas de vainilla
• 70 ml de leche
• 400 g de queso crema
• 200 g de chocolate cobertura blanco
• 40 g de azúcar impalpable
• 40 ml de jugo de limón
• Ralladura de 1 limón

Para decorar:

• 300 g de crema de leche
• 3 cucharadas de azúcar impalpable

Pasos a seguir:

Preparación de la base: mezclá el queso crema con el azúcar, el jugo de limón y la ralladura. Esta combinación será la base perfecta para tu postre.

Fusión del chocolate: derretí el chocolate cobertura en el microondas o a baño María, cuidando que no se funda demasiado para evitar que se cristalice. Si notás grumos, volvé a calentar la mezcla en intervalos de 10 segundos hasta que se unifique.

Integración del chocolate: uní el chocolate derretido con la mezcla preparada anteriormente, asegurándote de que esté a temperatura adecuada para evitar cualquier irregularidad en la textura.

Preparación del molde: forrá el molde rectangular de 10 x 24 con film para facilitar el desmolde posterior.

Montaje del postre: sumergí cada galleta en leche y cubrí la base del molde con ellas. Alterná capas de galletas mojadas con otras de la preparación de queso y chocolate, repitiendo el proceso hasta terminar con una capa de la mezcla. Llevá el postre a la heladera y dejalo reposar mínimo 4 horas para que adquiera la consistencia ideal.

Decoración final: batí la crema de leche con el azúcar hasta obtener una consistencia firme. Colocala en una manga pastelera y creá picos sobre el postre antes de servir.