No tires las cáscaras de la mandarina: les podés dar este uso en tu hogar

La mandarina es una de esas frutas que la amás o la odias, pero hay algo que hace y es no pasar desapercibida por sus fanáticos o enemigos. Como sea, es la estrella de las bajas temperaturas.

El dulzor y la practicidad de este cítrico hace que la gente la consuma sin parar, pero más allá de ser un rico alimento, la mandarina tiene varias propiedades.

Si sos un férreo adepto de la mandarina, esta nota de Minuto Argentina te va a encantar, y si sos un hater de la misma, intentaremos que te reconcilies con ella. Aquí te dejamos una explicación clara de cómo lograr que esta noble fruta se incorpore en tu cotidianeidad de manera fácil y sin esfuerzos.

Descongestivo natural

En épocas en las que es normal congestionarse por alergias y los cambios repentinos de temperatura, este maravilloso vegetal puede servir para aflojar las molestias. Simplemente tenés que colocar las cáscaras en una olla, hervir y hacerte vapor con esto.

Infusiones

Este cítrico también puede hacerse presente en la hora del té. Para esto, debes colocar las cáscaras en un difusor (en caso de que no tengas, simplemente colócalos dentro de la pava, y luego deja hervir y reposar. Sirve el té a gusto.

Un aliado para la piel

La alta cantidad de vitaminas que tiene la mandarina puede ser un aliado para nuestro rostro, por lo que se lo puede aprovechar para una buena mascarilla. En una procesadora, podés triturar las cáscaras bien limpias con 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva. Cuando tenga la contextura deseada, colocar en tu rostro durante 15-20 minutos y luego lavar con agua tibia.

Polvo saborizante

Si querés sumarla a tus preparaciones, lo mejor es preparar un polvo de mandarinas de manera sencilla. Luego de lavar a fondo las cáscaras, colocarlas de manera extendida sobre papel pergamino en una placa para horno y llevar a horno medio de 2 a 4 horas. Una vez que estén crujientes, procesar o pasar por un molinillo y guardar en un recipiente hermético.