PLANTAS
Por qué se arrugan las hojas de mis plantas y cómo solucionarlo
Te explicamos cómo resolver esta problemática tan habitual en el mundo de la jardinería.Las plantas son una maravillosa opción para decorar los ambientes de nuestro hogar. En el último tiempo, se pusieron en tendencia por ser una excelente manera de darle un toque distinto a los espacios de manera natural.
Siempre es necesario pensar qué tipo de plantas queremos tener y, por esto, muchos buscan que los ejemplares que decoren nuestro hogar se banquen los cambios de temperatura o se adapten al lugar donde estarán.

Uno de los problemas más comunes que podemos encontrarnos es que nuestras plantas se arruguen y deterioren. Ante esto, es normal preguntarse qué pasó y cómo poder solucionarlo.
En esta nota de Minuto Argentina, intentaremos disipar tus dudas y, a la vez, te ayudaremos a encontrarle una solución. Amantes de la jardinería, estén atentos a este artículo.

Las causas
Notar las hojas arrugadas es un claro síntoma de estrés en algunas plantas y esto puede darse por varias cosas. La falta de agua hace que se produzca una pérdida de turgencia celular, dando como resultado hojas marchitas y arrugadas.
Otro factor preponderante se da cuando se exponen a niveles intensos de calor sin la posibilidad de resguardarse, las hojas pueden arrugarse como un mecanismo de defensa contra la pérdida de agua.

Pero más allá de los factores climáticos, existen otro tipo de amenazas latentes, como las enfermedades y plagas, las cuales pueden contribuir al deterioro de la salud de las plantas y, por esto, podríamos ver hojas arrugadas o marchitas como signo de malestar.
Cómo solucionar este problema
Las maneras para mantener a salvo tus plantas de este problema son muy sencillas y no requieren demasiado esfuerzo de tu parte. Es necesario llevar un régimen de riego regular. Asegúrate de que las plantas reciban suficiente agua, pero tenés que evitar el encharcamiento porque podría provocar problemas en la raíz.
Así mismo, tenés que asegurarte de que las condiciones ambientales (temperatura y la humedad) sean las mejores para el tipo de planta a cuidar. Otra de las claves es proteger a las plantas del sol intenso, ubicándolas en lugares de luz cálida o bien podés recurrir al uso de sombreadores para prevenir el estrés por luz. También es recomendable inspeccionar de manera regular tus plantas en busca de signos de enfermedades o plagas y, si es necesario, aplicar tratamientos orgánicos o pesticidas para evitar daños mayores.