Cilantro: cómo sembrar la planta en macetas fácilmente con o sin semillas

El cilantro no solo añade un toque especial a los platos, sino que también es una fuente rica en propiedades medicinales. Imaginá tener esta maravilla siempre al alcance de tu mano, y lo mejor es que es sencillo y económico cultivarlo en casa.

Ya sea con semillas o sin ellas, en macetas o surcos, cultivar cilantro en casa es una experiencia gratificante y accesible para todos. Animate a crear tu propio rincón verde y sabroso en casa con esta fascinante hierba. Su nombre científico, derivado del latín y el griego, revela una conexión curiosa con el olor de las chinches, aunque en la lengua anglosajona adopta su término español, planta, gracias a la influencia de la rica gastronomía mexicana.

El cilantro trasciende fronteras y épocas, llevando consigo un legado histórico que se entrelaza con civilizaciones antiguas y la exploración de nuevos territorios. La historia de este arbusto se entrelaza con la historia misma de la humanidad. Se cree que su proceso de domesticación ha transformado profundamente tanto su aspecto como su sabor original.

En macetas con semillas:

Optá por macetas espaciosas para que la planta se desarrolle sin restricciones. Llená la maceta con tierra de drenaje rápido y añade un poco de fertilizante. Esparcí las semillas de cilantro sobre la tierra y cubrilas ligeramente. No deben quedar a más de 1 cm de profundidad.

Colocá la maceta en un lugar soleado para un crecimiento óptimo. Mantené la tierra húmeda sin encharcarla y observá las primeras semillas germinar en 7 a 10 días. Cuando los tallos midan entre 10 y 15 cm, podes empezar a cortar. Recordá cortar dos tercios de hojas semanalmente para un crecimiento continuo.

En maceta sin semillas:

Adquirí un manojo de cilantro en cualquier verdulería y colocá los tallos en un vaso con agua y cambialo cada cierto día. Cuando las raíces sean visibles, transplantá a una maceta. En unas semanas, estarás disfrutando de tu propio cilantro.