Suculenta rosa del desierto: la variedad que puede ser cultivada como bonsái

La rosa del desierto es una de las suculentas que más llama la atención por su parecido a otras plantas. Para reconocerla, en su naturaleza recibe nombres alternativos como adenio o rosa de invierno, mientras que su nombre botánico es Adenium obesum.

Esta crasa se distingue por parecer un árbol pequeño, de hecho por sus características también se puede cultivar como si fuera un bonsái. Tiene flores de tonos rosados que parecen estrellas y es un tanto delicada para su cultivo respecto a las temperaturas y al riego. En esta nota veremos cómo tratarla.

Cuidados generales

• Luminosidad

La rosa del desierto, este árbol que no supera el metro de altura, adora el sol, por lo cual deberás cultivarla en espacios con mucha luminosidad. Para poder distinguir si se encuentra a gusto debés guiarte por sus hojas.

Cuando las hojas son verdes brillantes significa que están sanas y reciben la luz necesaria. Mientras que cuando se ponen pálidas o amarillas, es porque no están recibiendo suficiente sol. Además, cuando las hojas tornan a color rojo o café significa que recibe demasiado sol, por ende se quemarán y caerán. Evitá el exceso de agua y de luz.

• Hidratación

Respecto al riego, la rosa del desierto tolera la escasez de agua gracias al tamaño de su tronco —el tallo que debe ser grueso y carnoso, de ahí su característica de suculenta— pero no hay que dejar que se seque demasiado porque perderá las hojas poco a poco.
Cabe destacar que al continuar el riego periódicamente sus hojas vuelven a crecer de manera regular. En épocas invernales, como con todas las suculentas, es mejor discontinuar el riego.

• Abono y fertilización

Si vas a usar fertilizantes, debés agregarlos al agua de riego durante la primavera y el verano, ya que es una planta que crece muy lentamente y no requiere poda con frecuencia.

Respecto al abono, la suculenta  rosa del desierto solo necesita algo de abono una vez al año en verano, durante el período de mayor crecimiento y floración.

Reproducción

Como sucede con todas las suculentas, esta variedad también se puede propagar  por esqueje, lo cual es una ventaja increíble en el mundo vegetal. Podés aprovechar el momento de la poda para usar un tallo cortado y multiplicar esta hermosa planta.

Deberás dejar el gajo en agua hasta que eche raíces o bien dejar que cicatrice el corte durante dos días antes de plantarlo en una tierra que tenga suficiente sustrato para facilitar el drenaje.

No te pierdas la época de floración de esta planta que es fabulosa y, de hecho, es uno de los atractivos más importantes que tiene la Adenium obesum. Cabe destacar que en la cultura china esta planta representa la fertilidad y la prosperidad.