PLANTAS
Euphorbia milii o corona de espinas: la suculenta más resistente
Esta variedad es originaria de África Oriental y en nuestro continente se siente más a gusto en los climas tropicales.Una de las suculentas más fáciles de encontrar, de cultivar, de reproducir y de conocer es la Euphorbia milii. Esta planta es originaria de África Oriental, más específicamente de Madagascar, y logró convertirse en un ejemplar sumamente popular en este lado del mundo.
Esta planta carnosa recibe algunos otros nombres, como corona de Cristo o espina de Cristo, y crece con tallos muy espinosos. La suculenta en cuestión puede llegar a alcanzar los dos metros de altura, aunque en un hábitat silvestre puede crecer más.

Las hojas de la Euphorbia milii se caracterizan por ser ovaladas, de color verde claro a oscuro y se convirtieron en un atractivo para los plant lovers. Aquí conoceremos los detalles básicos para su cuidado.
Clima ideal
Debido a su origen tropical, esta suculenta no soporta las temperaturas bajas, ni los veranos extremadamente calurosos y secos. La corona de Cristo debe mantenerse idealmente entre unos 20 y 35 grados centígrados. Durante el invierno, es mejor no exponerla a temperaturas por debajo de los 5 grados, ya que podría morir.

iluminación
La suculenta corona de Cristo se desarrolla más y mejor cuando crece a pleno sol, incluso en climas cálidos y húmedos. Para disfrutar de una suculenta súper florecida, es mejor contemplar su ubicación en un lugar soleado, aunque también soporta vivir en interiores.
Esta variedad de crasas florece a finales del invierno y principios de la primavera, aunque a veces lo hace en verano también. Sus flores pueden ser rojas —las más comunes— pero también hay ejemplares anaranjados brillantes, amarillos y rosados.

Sustrato y riego
Esta planta suculenta no requiere tanto sustrato, no es exigente en ese sentido. Tampoco necesita un suelo tan rico en nutrientes. Lo importante es que el sustrato no retenga humedad ni agua durante demasiado tiempo.
Estas plantas pueden crecer en jardines o macetas. En el último caso, es recomendable mezclar turba y arena de río o fibra de coco para que puedan mejorar la capacidad de drenaje; también se puede usar vermiculita y perlita.
Respecto al riego, la espina de Cristo está acostumbrada a resistir sequías, por lo cual, puede soportar largas temporadas sin agua. Se recomienda regarlas solamente cuando el sustrato se haya secado por completo.
Poda y reproducción
Esta suculenta tampoco requiere una poda constante, solamente lo harás si deseás controlar su crecimiento y, en ese caso, es mejor hacerlo durante el verano. No hay ningún secreto para llevarlo a cabo, solamente utilizá herramientas esterilizadas y cortá las partes que hayan crecido demasiado.
No te olvides de usar guantes para evitar pinchazos y mantenerte al resguardo del látex que liberan sus hojas, ya que puede causar molestias y algunas irritaciones.
En relación a la reproducción, se puede hacer perfectamente con semillas o por esquejes. Deberás cortar una sección de su tallo central en la temporada de crecimiento, esperar tres días hasta que se seque y luego plantarlo en una maceta con sustrato o bien dejarlo en agua hasta que suelte raíces. Al poco tiempo, la planta cobrará fuerza y crecerá de manera natural.