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Euphorbia láctea: la suculenta con la hoja más extraña que todos quieren tener

Esta crasa de orígenes asiáticos y climas tropicales se extendió por todo el mundo y logra conquistar a los plantlovers.
miércoles, 19 de abril de 2023 · 05:30

Euphorbia láctea es una suculenta que roba la atención de todos por sus curiosidades. Esta planta también es conocida popularmente como árbol de huesos de dragón, cactus candelabro o cardón. 

Esta crasa tiene sus orígenes en las zonas tropicales de Asia, concretamente de Sri Lanka y la India, donde se la puede encontrar de forma natural. Sin embargo, gracias a la propagación, esta suculenta llegó a tener presencia en todo el mundo. 

Euphorbia láctea pequeña.

Características generales 

Esta suculenta tiene color verde brillante, su copa tiende a presentarse en forma redondeada y es muy densa y ramificada con ramas suculentas de tres o cuatro costillas de donde salen crestas onduladas armadas con pequeñas espinas de hasta 6 mm de largo.

Presenta unas pequeñas hojas redondeadas que tienden a caerse con rapidez. Esta suculenta florece en verano y da pequeñas florecillas amarillas y rosas. Cuando está cultivada como arbusto puede llegar a alcanzar hasta los seis metros de altura. 

Ejemplar de Euphorbia láctea con flores rosas.

Cuidados básicos de la Euforia láctea

Sustrato y abono

Esta suculenta no es demasiado exigente en lo que se refiere a sustrato, una gran variedad de ellos son bastante aceptados por la planta siempre y cuando sean principalmente minerales y arenosos para mantener un buen drenaje y evitar la propagación de hongos.

Ejemplar de Euphorbia láctea con flores amarillas.

Los expertos en esta planta recomiendan abonar con fertilizantes especiales para cactus y suculentas cada dos o tres semanas, sobre todo los meses de primavera o verano. Durante el frío del otoño y el invierno, solo será necesario un par de veces en cada estación.

 

Riego

Esta suculenta necesita muy poco riego, solo cuando la tierra esté completamente seca será necesario hidratarla. Si está en maceta deberás corroborar si el sustrato está bastante seco antes de volver a regarla.

Euphorbia láctea en óptimas condiciones.

No es recomendable poner recipientes con agua debajo de la maceta, ya que puede producir encharcamientos y el exceso de agua ayuda a la proliferación de hongos. 

 

Temperatura e iluminación

La Euphorbia láctea no exige demasiado cuidados respecto a esto, pero al ser de origen tropical, no soporta las heladas y requiere por esto que la temperatura mínima de donde sea cultivada no sea inferior a los 10ºC.

Si el clima en donde crece la suculenta es inferior a los 10ºC, entonces solamente podrá prosperar en interiores bien iluminados y con corriente de aire. 

Esta suculenta se cría bien en ambientes tropicales.

No la coloqués tan cerca de los vidrios para que los rayos del sol no la quemen. Si está cultivada en lugares cálidos, no habrá ningún problema para crecer en el exterior.

Esta planta carnosa requiere de mucha luz, pero incluso así siempre es recomendable que sea filtrada.

Trasplante o plantación

Un ejemplar de Euphorbia láctea en maceta puede pasar tranquilamente a vivir en el jardín, la época adecuada para hacer esta mudanza será en la primavera y con especial cuidado de no manipular demasiado las raíces para no dañarlas.

Es necesario cambiar la maceta cada año.

Por otro lado, si la planta vivirá en una maceta, se debe tener en cuenta que puede llegar a medir varios metros, por lo tanto es conveniente trasplantarla cada año a una maceta que sea de 3 a 4 cm más grande que la anterior. Recordá que siempre estos procesos deben llevarse a cabo en primavera. 

 

Reproducción

Como toda suculenta, la Euphorbia láctea también puede reproducirse por semillas, aunque es un tanto más difícil que la flor fecunde, por lo cual es recomendable propagarla mediante esquejes, hijuelos o a través de una rama sana que mida aproximadamente unos 25 cm. 

Con cualquiera de sus hijuelos se puede crear un ejemplar nuevo.

Se debe esperar de 3 a 7 días para que la herida del corte se seque y, una vez curada, se puede plantar una maceta con sustrato y un buen drenaje. Regá con normalidad y, al cabo de un par de semanas, la nueva planta ya habrá enraizado.

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