Cómo salvar tus suculentas en mal estado: trucos que causarán un antes y un después

La elegancia y la buena presencia de las suculentas hace que muchas personas quieran cultivarlas. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos cuidados claves para evitar que se dañen.

Si notás que en tu casa u oficina las crasas no atraviesan un buen momento, ya que hay cambios en sus colores, debilitamiento de sus hojas o tallo o también que alguna no puede mantenerse erguida, es hora de revisar tu suculentas para rescatarlas.

Cómo salvar suculentas en mal estado

Si tu suculenta tiene síntomas de podredumbre como los que nombramos más arriba, lo primero que debés hacer es desinfectar un cuchillo, un cutter o una tijera y cortar el tallo que está en buen estado.

Luego, debés liberar las hojas más cercanas al tallo que estén pálidas para poder enterrarlo nuevamente. Acá es necesario que eliminés la parte podrida de la planta, es decir, que no quede ninguna parte marrón. 

Si al analizar la planta descubrís que la parte podrida es la inferior, deberás deshacerte de toda esa parte y replantar la suculenta en una maceta con nueva tierra para evitar que se contamine en caso de tener algunas plagas o amenazas. 

Truco para plantar y oxigenar a las suculentas

A la hora de replantar la suculenta, procurá poner trozos de carbón en la base de la maceta para que le dé oxígeno a las raíces y puedan absorber la humedad. Si tenés rocas de río, también es una buena opción.

Luego, añadir tierra especial para cactus y suculentas o tierra de hojas, colocá con delicadeza la planta en la maceta. Al cabo de 15 días, verás que recobra fuerza y crece normalmente, a partir de aquí podrás regar con poca agua.

Causas de muerte en las suculentas

Para que una planta tan resistente, que a lo largo de los años haya desarrollado varias formas de sobrevivir a climas hostiles, se debilite tanto hasta que muera puede haber diferentes causas. 

Una de las más comunes es la falta o exceso de agua, al regar tanto la suculenta como a otras plantas las exponemos a absorber más líquido del que necesita, recordemos que ellas ya tienen en el tallo y en las hojas salvia.

De tal forma, el riego debe ser esporádico, en temporadas de calor cada dos semana es suficiente, mientras que durante el invierno y el otoño, quizás una vez al mes. Recordá que no regar las plantas también motiva su mal estado.

Otro de los motivos por los cuales una de estas plantas puede morir es por usar un sustrato no adecuado, recordá que los cactus y suculentas no necesitan un sustrato convencional comprado en jardinería.

Hay uno preparado especialmente para sus necesidades que permite un mejor drenaje y acumula humedad. Una suculenta también puede morir si tu maceta no tiene orificio de drenaje. Antes de trasplantar una de ellas, verificá que tenga los necesarios.

La falta de luminosidad afectará en grande a tu cultivo si ellas solo están en interiores, verás que comienzan a debilitarse, a perder color y a ponerse enfermas. Intentá que la planta reciba luz al menos dos horas por día.