RODRIGO LUSSICH
Pasó en El Trece: Rodrigo Lussich presentó en vivo a dos personas importantes de su vida
El conductor expuso un impensado lado de su vida personal.A lo largo de su extensa carrera, Rodrigo Lussich ha demostrado que para él la vida es una gran obra de teatro que puede pasar de la risa al llanto y siempre presenta las noticias de la farándula con la gran versatilidad que lo caracteriza.
En lo que respecta a su vida personal, la figura de El Trece ha contado en algunas oportunidades sobre su círculo familiar, su crianza y las relaciones que fue forjando con el correr de los años. Este mediodía, Rodrigo Lussich fue protagonista de un bonito momento en su programa.

La emisión de "Socios del Espectáculo" de este viernes tuvo las visitas de Cecilia y Beto, los primos de Rodrigo Lussich que están de paso por Buenos Aires y vinieron a visitar al periodista uruguayo. "Yo tampoco dormí anoche porque se quedaron en casa hasta altas horas", declaró el animador.
Luego de que Adrián Pallares comentara que estaban presentes, los primos de la figura de El Trece hablaron a cámaras con timidez. Consultada por el partenaire de Lussich sobre la infancia de Rodrigo, Cecilia dijo: "Era un divino, divinísimo, un dulce. Siempre le gustó mucho el teatro y no lo pensé, pero bueno, era una posibilidad".
"¿En Uruguay ustedes andan por ahí diciendo 'soy la prima de Rodrigo Lussich?'", consultó Adrián Pallares y sobre esto, el chimentero acotó sobre la afirmación de Cecilia "Sí, y ahí te cobran el doble". Entre risas, Rodrigo y su prima se dedicaron cálidas palabras.
Una vida agitada
El año pasado, el conductor de "Socios del Espectáculo" realizó una entrevista donde reveló que tuvo una infancia difícil por no adaptarse a la vida que llevaban sus padres. “Llegamos a vivir hasta en una casa tomada en el barrio de Pocitos. Tenía dos pisos, estaba hecha pelota y llena de gatos. Para entonces, mi vieja ya tenía otra pareja, que a su vez era amigo de papá. Y papá tenía una novia que era amiga de mamá”, comentó.
Por lo que atravesó de pequeño, se forjó una personalidad bastante particular. “Soy difícil conmigo mismo. Duro, drástico, exigente, sentencioso y sufro por eso. Esa tendencia a engancharme con el padecimiento de cualquier tipo ha sido blanco recurrente en mi terapia. Creo que eso tiene que ver con el nomadismo de mis viejos, con ese modo de vida al que me empujaban y, por ende, con la ira y la rebeldía que se desataba cuando me sacaban de la caja de cristal que resultaba la casa de mis abuelos”, analizó Lussich en la nota.