La polémica figura que llegaría a El Trece e incomodaría a Cinthia Fernández

En las últimas semanas, Cinthia Fernández fue protagonista clave de los escándalos televisivos porque su mala convivencia con Oscar González Oro la tiene a mal traer.

Luego de varias discusiones, gritos, un abandono de estudio y hasta un llanto por parte de Cinthia Fernández, "Nosotros a la Mañana" vive sus horas más agitadas pero para la panelista de El Trece, las cosas parecen no tener un arreglo en lo inmediato.

A lo largo de este fin de semana, Cinthia Fernández se volvió noticia de nuevo pero esta vez es por otro motivo que podría ser considerado como poco feliz para ella.

Según ha informado el portal de Laura Ubfal, desde la plana mayor de El Trece están pensando en las figuras que podrían sumarse a "Nosotros a la Mañana" y la máxima candidata a sumarse al magazine de las mañanas en la señal del Grupo Clarín es Graciela Alfano.

Cabe destacarse que entre la modelo y la exvedette existe una vieja pelea de cuando eran compañeras en "LAM" y hasta dónde se sabe, no hubo ningún tipo de reconciliación entre ellas. 

Una situación comprometida

El pasado viernes, Cinthia Fernández fue parte de un incómodo momento cuando se disponía a hacerle una pregunta a Andres Nara. Tras un feroz cruce, Oscar González Oro, la columnista de El Trece abandonó el estudio y luego de volver al mismo, se mostró sollozando y muy triste con la actitud de su compañero. 

"No estoy acostumbrada a ciertas maneras de trabajo. Me siento una mujer muy libre hace muchos años. No me gustan ciertas situaciones. No las sé disimular. No me gusta quedarme callada. No me hace bien tampoco. Me parece que tampoco está mal decirlo", le remarcó la expareja de Martín Baclini a El Negro, que atinó a responderle: "Todos tienen derecho a preguntar y a hablar, pero en orden porque sino, se transforma en un programa que a mí no me gusta hacer. El griterío, que se cruce uno con otro".

Ante la actitud de su compañero, incrementó su indignación. "No me creo mil, no soy la mejor, ni la peor. Soy una laburante. Discutir con una persona es casi una gimnasia para mí, porque busco el punto en el que también son personas. Me hubiese gustado que, ante la elevación de voz, hubiera habido otros tratos, otras frenadas. No me siento bien, no me siento cómoda. Prefiero llorar antes de insultar", concluyó con desazón.