Sabrosa tortilla de pollo: una receta simple y económica para organizar tu meal prep

Si vas a planificar tu almuerzo semanal, tené en cuenta la tortilla de pollo, un plato rara vez hecho pero muy conocido en algunos lugares y por algunas personas. Se trata de un alimento crocante que podrás aprovechar tanto de día como de noche.

En esta nota te enseñaremos a preparar una tortilla de pollo y verás que es sumamente fácil llevarla a cabo. Este menú familiar es económico y se puede acompañar con cualquier guarnición que esté a tu alcance o que sea de tu gusto: ya sea ensaladas, como puré, arroces o fideos, realmente todo combina con esta preparación. 

Ingredientes

• 1 filete de pollo
• 1 o 2 papas
• 1 huevo
• 100 g de queso mozzarella
• 1 cebolla 
• 1 diente de ajo
• Sal, pimienta, comino, nuez moscada a gusto

Modo de preparación

• Si el filete está a medio descongelar, rallalo con la parte más gruesa del rallador. Si está descongelado, entonces cortalo en trozos muy pequeños o bien procesalo. Reservalo.
• Lavá y pelá las papas, rallalas con la parte gruesa del rallador. Luego, enjuagalas y escurrilas muy bien, que no queden restos de agua. 
• Mezclá las papas con el pollo, agregá el huevo, la sal, comino, pimienta, nuez moscada, ají de cayena (si te gusta) o mostaza, cualquier ingrediente que realce los sabores. Mezclá muy bien. 

• Una vez integrados todos los ingredientes verás que se forma una pasta ideal para una tortilla de pollo. 
• Calentá la sartén con aceite o precalentá el horno y disponé de una asadera aceitada para volcar la preparación de la tortilla de pollo para su cocción.
• Este plato debe cocinarse a fuego medio en una primera instancia, para asegurarnos de que la carne quede completamente cocida. Al cabo de 20 minutos, elevá la temperatura de la sartén o del horno hasta que la tortilla esté crocante.

• Si la hiciste en la sartén, procurá darla vuelta con un plato, para que puedas sellarla de ambos lados. Si la hiciste en el horno, entonces bajá la tortilla de pollo al piso inferior, para que el fuego dore la parte de arriba. 
• Corroborá su cocción al hundir un cuchillo o un palillo y verificar que por dentro no esté húmeda. Recordá que no se trata de una tortilla babé, el pollo tiene que estar bien cocido.
• Serví la tortilla de pollo bien caliente y aprovechala con la guarnición que más te agrade.

Recordá que puede comerse fría o a temperatura ambiente y también podés conservarla en el freezer o en la heladera para comer al otro día. 

Este plato es ideal para las preparaciones semanales. De hecho, podés cortar en porciones y administrar tus comidas para más de un día.