Cheesecake de chocolate sin horno: delicioso, rápido e ideal para el antojo de dulce

El cheesecake es uno de los postres más ricos que existen y son una fija en los negocios de repostería de toda Argentina. La historia de este plato se remonta a la antigua Grecia, donde se cree que fue inventado. Se mencionan versiones tempranas de un postre parecido en los escritos del historiador griego Antiphanes, alrededor del año 300 a.C.

Sin embargo, estos primeros cheesecakes eran bastante diferentes de la versión moderna que conocemos. El postre en la antigua Grecia se hacía principalmente con queso, miel y trigo, y se cocía al horno. Los ingredientes variaban según la región y los gustos personales. El queso utilizado en aquel entonces era más parecido al queso ricotta que al queso crema que usamos hoy en día.

La receta se fue adaptando y difundiendo a lo largo de los siglos. Con la expansión del Imperio Romano, la receta llegó a Roma y se incorporaron nuevos ingredientes y técnicas. Los romanos añadieron huevos a la mezcla, lo que dio lugar a un postre más similar al cheesecake moderno en términos de textura y sabor. Este postre ha continuado evolucionando con la introducción de diferentes sabores y técnicas de decoración.

En resumen, la historia del cheesecake es una mezcla de influencias culturales a lo largo de los siglos, desde la antigua Grecia hasta la actualidad. Este delicioso postre ha recorrido un largo camino y se ha convertido en un plato emblemático en muchas culturas alrededor del mundo. En esta ocasión, desde Minuto Argentina te damos la receta para que hagas este riquísimo plato sin horno.

Ingredientes para la base:

• 200 g de galletas tipo oreo o similares
• 100 g de manteca derretida

Ingredientes para el relleno:

• 500 g de queso crema
• 200 g de azúcar
• 200 ml de crema
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• Jugo de medio limón
• 10 g de gelatina sin sabor
• 3 cucharadas de agua

Instrucciones:

Preparar la base:

Triturá las galletas en una licuadora o colocalas en una bolsa y aplastalas con un rodillo. Mezclá el resultado obtenido con la mantequilla derretida hasta que se forme una masa. Presioná esta mezcla en el fondo de un molde desmontable o individuales para cheesecake. Luego, refrigerá mientras preparás el relleno.

Preparar el relleno:

En un tazón grande, batí el queso crema y el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Agregá la esencia de vainilla y el jugo de limón. En un pequeño recipiente, integrá la gelatina sin sabor con las 3 cucharadas de agua. Dejá reposar durante unos minutos para que la gelatina absorba el agua. Luego, llevala al microondas o calentala en una sartén a fuego bajo hasta que esté completamente disuelta. Tené cuidado de no sobrecalentarla. Luego, agregá la gelatina disuelta a la preparación de queso crema y mezclá bien para asegurarte de que esté completamente incorporada.

Montar la crema:

En otro tazón, batí la crema hasta que forme picos. Con movimientos suaves y envolventes, incorporá la crema batida a la mezcla de queso crema y gelatina. Vertila sobre la base de galletas en el molde. Refrigerá el cheesecake durante al menos 4 horas o hasta que esté bien firme.

Por último, desmoldá con cuidado y serví el postre sin horno con tus toppings favoritos, como frutas frescas, salsa de frutas, chocolate derretido, etc. ¡Disfrutá de tu delicioso cheesecake sin horno! Recordá que esta es solo una receta básica y podés experimentar con diferentes sabores y decoraciones según tus preferencias.