Receta
Flamenquines: la deliciosa receta española que recorre el mundo
Este paso a paso es ideal para degustar cuando tenés reuniones exprés y en noches de primavera.Si hablamos de comidas típicas de las regiones más populares del mundo, nos tenemos que referir sí o sí a los flamenquines. Este plato español es tan fácil de hacer que rápidamente se volvió adictivo en el resto del mundo.
Hoy aprenderemos a preparar este platillo salado que es típico de la ciudad de Córdoba, en España. Básicamente, los flamenquines consisten en trozos de lomo de cerdo envueltos en tiras de jamón serrano. El rebozado es crocante y espectacular.

Ingredientes
- 4 filetes finos de carne de cerdo
- 4 fetas de jamón crudo
- Harina c/n
- 2 huevos
- Pan rallado o panko c/n
- Sal, pimienta, perejil fresco (opcional)

Modo de preparación
- Colocá los filetes de carne de cerdo (si no tenés de cerdo, podés usar ternera o el corte de carne roja que consigas, pero debe ser blandito) sobre una tabla y agregales por encima una feta de jamón crudo.
- Enrollá los filetes y colocale palillos para que no se desarmen.
- Pasá los rollos de carne por harina y sacudí el exceso.
- Batí los huevos, condimentalos con sal, pimienta, perejil (opcional) y pasá por esta preparación los flamenquines.
- Calentá aceite y freí los flamenquines, hasta que estén bien dorados.
- Retirá el exceso de aceite y luego extraé los palillos de estos bocaditos. Servilos bien calientes.
Los flamenquines quedan espectaculares con ensaladas, puré o como un tentempié (en ese caso, se los incluye como parte de una picada y suelen servirse con mayonesas caseras).

Esta preparación puede ser alterada, de hecho, en la cocina casi siempre se pueden reemplazar los ingredientes. En tal caso, te recomendamos hacer flamenquines de jamón y queso o de carne y queso, pollo y panceta, etc.
El origen de los flamenquines
Se trata de un plato sumamente antiguo, por lo cual es muy difícil precisar su origen exacto, pero se cree que la receta pertenece al reinado de Carlos I de España y V de Alemania del siglo XVI.

Además, se supone que el nombre del plato podría deberse al color dorado de su empanado, ya que recuerda el color del pelo de los asesores del emperador.
Cabe destacar que la técnica de la fritura fue inculcada en España con la llegada de los musulmanes. Luego, los cristianos tomaron la idea del cerdo y le incorporaron rebozado, para lograr que la carne quedara jugosa por dentro.